Es importante tener claro que Maduro es un dictador
Convendría que el Gobierno aclarase su posición respecto al momento que vive Venezuela: para la ministra de Defensa, Margarita Robles, es una dictadura (y por lo tanto Maduro un dictador) mientras que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se escabullía ayer entre un montón de ridículas excusas para abstenerse de calificar de dictadura el régimen chavista una vez que Maduro llamó a consultas a su embajadora en Madrid tras las palabras de Robles. El Gobierno de Sánchez anda con pies de plomo (es ilustrativo de esto el recibimiento de perfil bajo en La Moncloa al ganador de las elecciones) en un asunto en el que debería desempeñar un papel relevante, casi el de un chambelán ante el mundo de la causa de la libertad y la democracia que representa la oposición venezolana. Moral y éticamente no caben medias tintas ni componendas, que en eso lleva enredado Rodríguez Zapatero desde hace años –y siempre de parte de Maduro– con el resultado conocido. No es casual que el único de los expresidentes del Gobierno de España que no ha consentido reunirse con Edmundo González sea él.