Pitt y Clooney: más bonitos que ninguno
Uno tiene 60 años, el otro 63, y a ninguno se le nota. Aunque el subrayado natural de las canas y la proliferación de más de un retoque facial desequilibre la balanza en contra -o a favor- de uno de ellos. Ambos conservan inalterables, en cambio, la precisión milimétrica del reparto arbitrario de una belleza y un estilo que les mantiene firmes en la categoría estanca -y veces incluso parece que estancada- de mitos generacionales hollywoodienses, y eso siempre genera que verles compartiendo plano se convierta en un ejercicio de lo más disfrutable. Hacía dieciséis años que esto no ocurría y el clamor subterráneo popular parecía pedirlo a gritos. «Brad Pitt y George Clooney son una pareja subutilizada», aseguraba en una entrevista el escritor, director y productor Jon Watts, el «culpable» de propiciar este esperadísimo reencuentro en la nueva comedia de acción «Wolfs», de Apple Original Films.
«Han estado juntos en las películas de ‘‘Ocean’’ y están asimismo juntos en una escena (que no termina del todo bien) en ‘‘Quemar después de leer’’. El mundo sabe que son amigos y el mundo ha hecho posible que ahora vuelvan a demostrarlo. Comprobada su química juntos en las películas y las entrevistas, se siente como si hubieran estado reunidos en más películas de las que realmente estuvieron. Pensé –añade– que quería contribuir a que esto fuera una realidad porque son un dúo increíble», afirmaba el también director de "Spider-Man: No Way Home", sobre el nervio introductorio que le impulsó a reunirlos de nuevo.
En la cinta, presentada en el marco de la última edición del Festival de Venecia, con la llegada fulgurante al Lido de las estrellas y la consiguiente pasarela de «looks» y gestos seductores para el recuerdo, Clooney interpreta a un reparador profesional contratado para encubrir un crimen de alto perfil (un Señor Lobo tarantiniano más soft y menos expeditivo en la práctica). Pero cuando aparece un segundo reparador (a quien da vida Pitt) y los dos «lobos solitarios» se ven obligados a trabajar juntos, descubren que su noche, ambientada en la tugurial e imprevisible nocturnidad neoyorquina, se sale de control de una manera que ninguno de los dos, claro está, esperaba.
Aullidos afinados
De la misma manera que todas esas duplas emblemáticas del cine como Newman y Redford, Lemmon y Matthau o Hepburn y Tracy, llenaban de carisma las tramas con su dinámica conjunta, su entendimiento cómplice y la fusión incombustible que eran capaces de generar en la pantalla cuando estaban juntos, la construida por Brad Pitt y George Clooney opera igual en «Wolfs». «Es simplemente una de esas parejas clásicas de Hollywood. Se completan, se complementan y tienen un ritmo entre ellos que es muy magnético», defiende el director.
La película comienza cuando una política, una mujer refinada en el ático de un hotel de Manhattan, llama a un número misterioso guardado en su teléfono. No hay ningún nombre. Ni siquiera un número. Pero su llamada llega al hombre que busca. Le han dicho que si alguna vez tiene problemas (problemas graves), la persona al otro lado de la línea puede ayudarla. Amy Ryan es la actriz encargada de encarnar a esta política. «De la misma manera que Brad y George pueden hacerlo, ella puede caminar por la cuerda floja entre la seriedad y el ridículo», asegura Watts. «Hay muy pocas personas que puedan hacer eso. Ella lo entendió completamente y está perfecta, toma tras toma. Fue un placer verla», completa sobre el desprejuiciamiento y el papel clave que desempeña la actriz estadounidense de «Birdman». Desconocemos el pelaje de estos lobos, de qué se alimentan o dónde duermen, pero si algo está claro es que sus aullidos siguen estando absolutamente afinados y que, sin duda, juntos, siguen siendo mejores. Tengan la edad que tengan.