Nado, bici, carrera... y ahora rally
El 10 de noviembre de 2002, en México, España conquistó la primera medalla de su historia en un Mundial de triatlón. El héroe fue Iván Raña (Ordes, 1979) , un pionero que abrió el camino para los éxitos posteriores de Javier Gómez Noya y Mario Mola. «En aquella época no teníamos móvil ni ordenador. Me encantaba siempre estar en la naturaleza, corriendo, cogiéndole la bicicleta a mi vecino, nadando en los cursillos en la piscina de mi pueblo. Lo integré todo y cuando conocí a mi entrenador, con 12 años, me convenció de que hiciera triatlón », explica este gallego que nunca ha dejado de hacer deporte. En aquella época nadie sabía que existía una disciplina que integraba estas tres disciplinas. «Alguno te miraba raro... pero al final cuajó. Pero costó. Imagínese que en primero de BUP, con 13-14 años me suspendieron en gimnasia... », comenta divertido. Y añade: «Pensé que si me suspendían en gimnasia no lo iba ni a intentar con las otras. Es para que veas lo que era el deporte en aquella época. No estaba valorado. Que un chico como yo, que antes del instituto iba a nadar una hora y media… Lo veo ahora y me es difícil encontrar a niños con esa edad y ese nivel de compromiso y disciplina . Pasaba todo mi día entre el instituto y entrenar. La gente pensaba que yo iba a jugar cuando los entrenamientos eran agresivos a tope». Corrió algunas carreras descalzo . «Me apetecía y tuvo mucha repercusión. Notas ese masaje en tu cuerpo. No lo hacía por una moda sino porque me repercutía en salud y tener la sensación de un masaje para el cuerpo. Sigo haciéndolo», reconoce. Raña siempre se ha movido por deseos, por metas que cumplir. Una de ellas era ser ciclista profesional y se embarcó en una aventura en 2009 con el Xacobeo Galicia: «Fue un sueño cumplido. Llevaba mucho tiempo intentando ser ciclista. Pensé en hacer lo que realmente sentía. Lo volvería a repetir. Fue una experiencia que había soñado siempre». Atrás quedaba su oro en Cancún 2002 , sus platas en Queenstown 2003 y Funchal 2004, su doble oro en los Europeos de Hungría 2002 y República Checa 2003, además de tres Juegos Olímpicos (fue quinto en Sidney 2000 y Pekin 2008, y 23º en Atenas 2004) y un campeonato mundial de Acuatlón en Canadá, en 2001. Y entonces le entra el gusanillo de los rallys : «De deportista te encasillan demasiado sin conocer nada de tu vida. Yo tengo amigos triatletas que uno es médico, el otro es pianista… cada uno tiene su vida aparte. En 2006 me decidí a correr una carrera. Tuve que pedir permiso a la Federación para que no me retiraran la beca porque es un deporte supuestamente de riesgo», reivindica. Y es que Raña vivía de las becas y patrocinadores privados. «La beca fue lo que más ayuda te daba. Te dan 40.000 o 50.000 euros y ya podías estar tranquilo. Con esa edad te vale», reconoce. Actualmente corre con el Breogán , pilotando un Toyota GR Yaris RZ . Este año completará ocho carreras. «Se me da bien porque me gusta mucho. Me gusta tanto que intento mejorar en todo lo que puedo el coche. Pero no me están metiendo ninguna presión con los resultados», asegura mientras ya vislumbra un nuevo objetivo: « El Dakar es uno de mis sueños . Es una cosa que tengo en mente con la que sería bonito culminar mi carrera. Es un proyecto a largo plazo». Mientras tanto su sustento es entrenar a atletas y mantener sus patrocinadores. «El rally no me cuesta dinero por ahora. Mi ilusión sería ganarme la vida con él, claro, pero es algo complicado. Estoy haciendo una vida que me gusta , me lo estoy pasando bien».