El español que dibujó el mundo de hoy hace más de 50 años
A mediados de la década de los 70 del siglo pasado hablar de entendimiento y convivencia de los principales supuestos sociales dominantes en el mundo era poco menos que una utopía. Entender que el capitalismo y el comunismo podían compartir escenario de juego y, aún más, jugar juntos, se presentaba como algo descabellado.
José María Sanz Hualde, después de formarse durante años en las universidades de París y Madrid, daba a conocer en aquellos días su particular teoría, llamada y conocida como el Comunicacionismo, que se define como una corriente teórica que busca integrar los diversos enfoques de la comunicación en una visión más amplia, interdisciplinaria y flexible, en ámbitos y aspectos más amplios que los entendidos hasta el momento.
Función social
Los principales puntos de partida de esta corriente son claros, comenzando por una visión integral de la comnicación, superando y ampliando los anteriores conceptos de emisor y receptor, añadiendo otros como el canal o el contexto. Desde este punto de vista, la comunicación pasa a ser un fenómeno social que no solo transmite información, sino que también construye y transforma la realidad social. Además, puesto que el contexto entra en escena en este nuevo concepto de la comunicación, y éste es cambiante, se añade un enfoque flexible y más amplio para poder adaptarse a estos cambios.
El Comunicacionismo, por tanto, nacía como un intento de reformular el campo de la comunicación desde una perspectiva integradora, superando las fragmentaciones teóricas anteriores y proponiendo un marco más dinámico y amplio para entender los procesos comunicativos. Su objetivo es el de evitar nuevos conflictos globales.
Sanz Hualde introduce el concepto de comunicacionismo como un marco teórico clave para entender la evolución de la sociedad. Argumenta que la comunicación ha pasado a ser el núcleo central de las relaciones sociales, económicas y políticas. Esto implica un cambio profundo en cómo se organiza la sociedad, donde la capacidad de transmitir, gestionar y controlar la información es más determinante que otros factores tradicionales como la producción de bienes materiales.
Predicciones certeras
De hecho, el título de uno de los libros de Sanz Hualde apunta a esta pacificación: «¿La tercera guerra mundial? Guerra (el incomunicacionismo) o paz (comunicacionismo).
En este libro, José María Sanz Hualde exploraba la hipotética posibilidad de que el mundo estuviera en los albores de una nueva forma de conflicto global, muy diferente a las dos guerras mundiales anteriores. En lugar de tratar sobre enfrentamientos bélicos tradicionales, el autor argumenta que esta posible tercera guerra mundial tendría características novedosas y estaría marcada por factores económicos, tecnológicos, culturales y mediáticos, más que por la confrontación militar directa.
«¿La tercera guerra mundial?» propone que las tensiones globales ya no se manifiestan exclusivamente mediante conflictos militares, sino que adoptan formas no tradicionales como la guerra económica, la guerra tecnológica (especialmente en ciberseguridad) y las guerras de información. Esta idea resuena en la sociología contemporánea, ya que propone analizar los conflictos internacionales desde una perspectiva más amplia, que incluye factores como la manipulación de la información, la influencia de los medios y la desestabilización social a través de estrategias económicas y tecnológicas.
Esta perspectiva impulsa el estudio de las nuevas formas de poder y su impacto en la estructura social, donde el control de la información y la tecnología redefine las relaciones entre las naciones y las clases sociales.
En opinión de José María Sanz Hualde, la noción de una guerra mundial ya no implica necesariamente enfrentamientos militares masivos, sino una serie de confrontaciones en múltiples frentes que ya están transformando el orden global.
Pilares de la teoría del Comunicacionismo
El Comunicacionismo de Sanz Hualde plantea que la sociedad actual está inmersa en una era donde la interacción, el intercambio de información y la conectividad se convierten en los pilares fundamentales de la estructura social, económica y política.
Éste es el génesis de la teoría, que ve a la comunicación como eje de la sociedad y verdadero motor de las relaciones humanas y los procesos sociales. En el futuro, proponía el autor, las sociedades no solo dependerán únicamente de la producción de bienes materiales, sino de la capacidad de generar, gestionar y distribuir información de manera efectiva.
La comunicación digital e instantánea plantea un nuevo paradigma en las relaciones inerpersonales. Estas herramientas permiten nuevas dinámicas sociales, como la creación de comunidades virtuales y la interacción sin fronteras geográficas.
En el comunicacionismo, el poder se traslada a quienes controlan la información. Los medios de comunicación, las plataformas digitales y los algoritmos juegan un rol clave en cómo se estructura la realidad social. Además, promueve una cultura donde la educación y el aprendizaje continuo serán esenciales para la supervivencia en un entorno dinámico y cambiante.
Por último, la teoría plantea la necesidad de profundizar en los retos éticos derivadso de esta hiperconectividad. El control de la información por parte de grandes corporaciones, la manipulación mediática, la desinformación y la pérdida de la privacidad son algunos de los grandes retos a tener en cuenta.
Sanz Hualde y la sociología actual
Las teorías de José María Sanz Hualde aportan a la sociología actual una serie de reflexiones, por entonces innovadoras y multidisciplinarias, que ayudan a comprender mejor los cambios estructurales que están ocurriendo en la sociedad contemporánea, especialmente en relación con la comunicación, la tecnología y los nuevos conflictos globales.
Sus propuestas destacan por su enfoque integral y su capacidad para conectar la sociología con campos como la economía, la tecnología y la política.
El comunicacionismo se propone como la principal aportación de Sanz Hualde al pensamiento del siglo XXI, además de los nuevos conceptos de clonflictos globales, que superan el ámbito castrense para abordar otros campos como la economía, la tecnología o la información.