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Este es el pueblo aragonés de origen árabe recomendado por National Geographic para viajar este octubre

Aunque el verano se haya terminado hace unos días, naturalmente se puede seguir viajando para conocer lugares sorprendentes. Asimismo, y con la bajada de temperaturas, a algunos viajeros les podría dejar de lado, momentáneamente, el turismo más playero por otro rural.

Por ello, la organización National Geographic, una de las más reputadas en los campos de las ciencias naturales y la educación, suele recomendar a sus usuarios algunas opciones interesantes para visitar, como las que cataloga como "El Pueblo del Mes".

En el caso del mes de octubre, primer mes tras el cambio de estación, el pueblo recomendado por National Geographic para viajeros está en la provincia aragonesa de Huesca, contando con un pasado e influencia árabe y una fortaleza que data del siglo IX. Hablamos, concretamente, de Alquézar.

Historia de Alquézar

Lo primero que llama la atención cuando visitamos Alquézar es su localización. Situado en la Sierra de Guara, la zona está repleta de mallos, que son unas formaciones geológicas que se mantienen sin apoyos, así como de estrechos cañones fluviales que forman un laberinto geológico. Aun así, el ejército omeya decidió que sería una buena localización para fundar un asentamiento militar.

Y es que el nombre Alquézar deriva de al-Qasr, o alcázar, que significa fortaleza, y en el caso de esta localidad, esta se construyó a principios del siglo IX por Jalid ibn Rasid. Según los cronistas musulmanes de la época, perteneció a la familia de los Banu Jalaf, y conquistada a finales por Ismail ibn Muza, de los Banu Qasi en el 893.

Más tarde pasó a mano de al-Twail y, en el 938, Abd-al Rahman III, primer califa del califato de Córdoba, nombró a su hijo Yahia gobernador de Alquézar, así como de Barbastro.

La clave de la permanencia de este asentamiento era clara: defender los territorios musulmanes frente a la resistencia cristiana. No obstante, en el año 1067 fue conquistada por la Corona de Aragón, concretamente el rey Sancho I, convirtiéndose en fortaleza cristiana y enclave importante en las etapas de la Reconquista.

Una vez la retoma de territorios por parte de los cristianos iba avanzando, la posición defensiva de Alquézar iba perdiendo importancia, ganándola en el aspecto religioso. Así fue como, en 1099, la iglesia de Santa María se consagró como capilla real.

Qué ver en Alquézar

Según describe el propio ayuntamiento de la localidad, la influencia musulmana se nota en el trazado de las calles, ya que se adapta a la topografía y sus calles son más altas y estrechas, así como una fisionomía medieval muy marcada.

De esta manera, el pueblo ha ido adaptándose a los siglos posteriores y ofrece diversos lugares culturales que ver:

  • Iglesia de San Miguel Arcángel.
  • Ermita de San Gregorio.
  • Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.
  • Ermita de San Antón.
  • Escultura y mirador "La sonrisa del viento".
  • Plaza Rafel Ayerbe.
  • Portalón gótico.
  • Fuente de Monchirigüel.
  • Plaza Cruz de Buil.
  • Callizos. En palabras del propio Ayuntamiento, estos son "espacios se construyeron para facilitar la comunicación entre las calles y ejercer una función de ventilador natural, ya que el aire que se canaliza por estos espacios ayuda a refrigerar las calles". Algo así como una parte de las calles cubierta para enlazar unas vías con otras, siendo la más famosa el Pasador de Casa Lailla.

Asimismo, esta localidad también ofrece visitas guiadas y rutas para aquellos que deseen caminar descubriendo el escarpado paisaje. La más famosa es la de las pasarelas de Alquézar, de 3 kilómetros de longitud y con unas dos horas de duración.

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