Correr no es de cobardes
Alertar de la necesidad de configurar una buena plantilla, en cantidad y calidad, a la vista de tener en el calendario tres competiciones por disputar, es una versión futbolística del «que viene el lobo», voceado por los entrenadores en pretemporada y que los gestores, conocedores del final de la fabulación de Esopo (¿?-564 a. C., Cristo, no Catalán) suelen despreciar. Hasta que llega el lobo. Y ya está aquí para el Real Betis que, como nos contaba Jesús Sevillano en estas páginas, afronta siete partidos en 23 días tras el paréntesis tikitakero de la selección. A uno cada tres fechas y dos para la conciliación familiar. Y llega en un momento en que algunos ven al equipo en crisis, cosas... Ver Más