Córdoba en otoño: un viaje entre el ocio y la tradición
La principal ventaja de visitar Córdoba en otoño es la ausencia de las grandes multitudes que suelen llenar la ciudad a partir de la primavera. Los meses de octubre y noviembre son ideales para, entre otras cosas, explorar sus monumentos sin colas, disfrutar de actividades culturales y descubrir rincones que solo los cordobeses conocen.
En otoño, los parques naturales de la provincia adquieren ahora tonos ocres y anaranjados para ser testigos de la berrea, el sonido que emiten los ciervos en celo en esta época del año. Se trata del momento perfecto para los amantes del senderismo, para disfrutar de la naturaleza recorriendo en bici algunas de las vías verdes que discurren por la provincia o para disfrutar de la gastronomía local en fiestas que tienen su origen en productos autóctonos y en tradiciones que hunden todas sus raíces en el pasado.
En cuanto a los eventos gastronómicos, los visitantes podrán disfrutar de un jamón de bellota 100% ibérico y de visitas guiadas a fábricas jamoneras del 7 al 10 de noviembre en la Feria del Jamón Ibérico de Los Pedroches. Destacan también otras citas gastronómicas como la Fiesta de la Matanza Tradicional del Cerdo de Espejo, la Fiesta del Lechón Ibérico de Cardeña y la Cata de Vino de Moriles. Esta última es una exposición de referencia para los caldos de toda la Denominación de Origen Montilla-Moriles y está ya en el calendario del enoturismo de nuestro país como punto de encuentro para los apasionados de las bodegas, lagares y cooperativas.
No obstante, no se puede entender Córdoba en otoño sin mencionar las propuestas que giran en torno al componente etnológico y la tradición. En la localidad de Palma del Río se encuentra la Ruta de Manuel Benítez El Cordobés, en la que se puede visitar la ganadería La Quinta, el Museo Victorio y Lucchino y la Casa Museo del torero. O bien, acudir a Monturque a MundaMortis, una interesante propuesta que, con ocasión de la festividad de Todos los Santos, recupera los ritos funerarios de la época romana y pone en valor elementos del patrimonio local, como sus Cisternas Romanas y su cementerio de San Rafael y San José. En el caso de Ars Olea, en Castro del Río, lo interesante de esta cita es que en ella se dan la mano artesanía, identidad y territorio. Los artesanos de la madera de olivo del municipio muestran la evolución de su oficio y su adaptación a nuevos diseños en un entorno catalogado como «Zona de Interés Artesanal de Andalucía» y referente, por tanto, para el sector de la artesanía. Por último, en este calendario de propuestas en torno a la cultura no puede faltar «Flora», un festival de arte floral y botánica que llena de color algunos de los patios más emblemáticos de la capital pero que tiene también su espacio en la provincia, este año con un espectáculo de danza que se desarrollará en el Teatro El Silo, en Pozoblanco.
Estos eventos culturales que llegan a la provincia durante los meses de octubre y noviembre se pueden complementar con otras visitas al rico patrimonio cultural que atesoran los municipios de Córdoba. Algunos ejemplos son los yacimientos arqueológicos romanos de Torreparedones (Baena), Fuente Álamo (Puente Genil) y El Ruedo (Almednilla) o el poblado íbero del Cerro de la Cruz (Almedinilla). Mención especial merecen los castillos y fortalezas que se alzan en los pueblos cordobeses, infraestructuras que evocan el pasado de esta tierra y en cuya conservación y puesta en valor trabaja la Diputación de Córdoba.
Para los que prefieren disfrutar de la naturaleza, Córdoba cuenta con un inmenso patrimonio natural gracias a los tres parques naturales que alberga su territorio (Cardeña-Montoro, Hornachuelos y Sierras Subbéticas), sus ríos y embalses y sus kilómetros de caminos verdes, unas antiguas vías de ferrocarril que han sido recuperadas para el ocio y el deporte. Todo ello se alinea con una oferta de alojamientos de turismo rural de gran calidad y establecimientos de restauración con una oferta culinaria única en Andalucía.
En general, Córdoba y su provincia tienen mucho que ofrecer durante los meses de otoño. Destacan especialmente las propuestas que cada fin de semana plantea el Patronato Provincial de Turismo dentro de su programa «Córdoba. Experiencias infinitas», un catálogo de actividades que se pone a disposición de cualquier persona que quiera conocer un poco mejor la provincia de Córdoba. Los meses de otoño estarán cargados de actividades culturales como la posibilidad de realizar una visita con guía a la ya mencionada villa romana de El Ruedo, en Almedinilla, incluyendo la degustación de un aperitivo romano, pasar una velada astronómica en la Reserva Starlight de Fuente Tójar y hasta convertirse en bandolero durante una visita teatralizada en la Ruta del Tempranillo, en Jauja.