La victoria del Atlético, un bálsamo contra el nerviosismo
Partido plácido en el Metropolitano. El Atlético se llevó los tres puntos sin un fútbol que levantase a nadie de su asiento, pero que era muy necesario para tranquilizar un ambiente que venía caldeado por la imagen de las últimas derrotas. Más allá de que el equipo se haya colocado, ya a primeros de noviembre, a diez puntos del líder, lo realmente dramático es la imagen que ofrece el equipo.
Los colchoneros ante Las Palmas venían de demasiados partidos metiendo sensaciones muy preocupantes y se antojaba fundamental ganar con solvencia y sin sufrir. Las Palmas contribuyó mucho a que así fuera, pues desde el minuto treinta renunció al partido e incluso yendo por detrás en el marcador jugó con los brazos bajados y casi conformándose con no recibir una goleada.
Giuliano recibió el premio a su esfuerzo innegociable partiendo como titular y el chaval le devolvió el gesto a su padre abriendo el marcador tras un buen pase de Molina. No es que los locales hubieran hecho mucho, pero sí más que su rival, siendo justo el resultado al descanso.
En la reanudación, la diferencia fue aún más grande, viendo pasar el tiempo hasta que Sorloth puso el 2-0, que mató el partido y los nervios del personal. Es cierto que no había argumentos sólidos con lo que se veía en el terreno de juego y había cierto temor a que un resultado tan corto trajese algún susto en los minutos finales. Ese momento no estuvo ni cerca de llegar y Simeone pudo incluso hacer cambios pensando en el partido ante el PSG del miércoles.
Un partido, el de París, que se antoja fundamental después de las dos ultimas derrotas sufridas en Champions. Lo malo de la situación actual del Atlético, más allá de lo perdido que se está viendo al equipo en general, es que ya no hay margen para cometer errores que te dejen puntos por el camino y eso, teniendo en cuenta todo lo que queda todavía por jugar, es lo que debe hacer reflexionar.