Oblak, mucho más que un muro para el Atlético en París
Empezó la noche complicada para el Atlético, con mucha intensidad del PSG, presión alta, muchas ocasiones y hasta el gol de Zaire-Emery después del error de Lenglet. Rugía el Parque de los Príncipes y Luis Enrique estaba contento con lo que veía. El chaparrón era considerable, hacía falta que algún rojiblanco se rebelara y para eso no hay mejor apellido que el de Simeone. Giuliano, un soldado de su padre, dio un paso adelante para aliviar un poco a los suyos, para hacerlos creer. Entró en el área rival solo contra el mundo y probó un disparo que no podía llegar a ningún sitio, pero después de un rebote le cayó a Nahuel y marcó el 1-1.
La fe de Giuliano le ha concedido un hueco en el primer equipo del Atlético, donde está desde la Academia, y esa fe le ha permitido también ser titular y sumar ya diez partidos con los «mayores». Su padre asegura que es un jugador sin nombre ni apellido, pero que corre en los entrenamientos y se gana los minutos. Lucha y lucha sin descanso y puso la primera piedra para el Atlético en el Parque de los Príncipes.
La otra la puso Jan Oblak con un recital de paradas en la segunda parte, sobre todo una a Barcola a una mano y otra a Hakimi prácticamente a bocajarro. Hasta siete paradas hizo el esloveno, sosteniendo al Atlético, mientras Donnarumma sólo se había manchado los guantes una vez. Y la otra vez que se los tenía que manchar el italiano, no agarró el remate de Correa que castigaba la inocencia y la falta de pegada de los chicos de Luis Enrique, la plantilla con la edad más baja de toda la Champions.
Castigó el Atlético al final, lanzado por Oblak, que después de ser un muro empezó el contragolpe definitivo para que Griezmann y Correa lo terminaran. "Hemos hecho un gran esfuerzo ante un rival que juega muy bien con el balón. Confiamos, trabajamos y por suerte tuvimos una al final y pudo entrar", explicaba en Movistar el último héroe de la noche parisina. «Sabíamos a qué equipo nos enfrentábamos, pero teníamos claro que si juntábamos tres pases podríamos hacerles daño", añadía. "Esta es la idea que debe tener el equipo, la de animarse a jugar un poco más. A veces no nos salen las cosas, pero la idea es competir como lo hicimos aquí"», terminaba el argentino, que certificaba un triunfo que puede que el Atlético no mereciera, aunque sí lo necesitaba para volver a pensar en meterse entre los ocho primeros en esta fase de liguilla.