A debate las claves para combatir el edadismo
El edadismo puede producir graves daños en el bienestar de
las personas, un tipo de discriminación sufrida en mayor medida por los
mayores, que puede afectar a su forma de participar dentro de la sociedad. Según
la OMS, impacta negativamente en la esperanza de vida y empeora la salud
física, mental y emocional de los que la sufren, provocando un mayor
aislamiento social y soledad.
Con esta temática tuvo lugar el encuentro celebrado el pasado día 7 en uno de los salones de Las Arcadias El Encinar, con la participación de Carmen Navarro, esteticista y empresaria; Noemí Tovar, psicóloga y escritora del libro «Cómo envejecer con sabiduría»; y Manuel López, ingeniero naval y autor del libro «Navegando a la Esperanza». A la edad de 83 años, en el caso de Carmen y Manuel, y de 65 en el de Noemí, tienen claro que hay mucha influencia cultural negativa con el edadismo por miedo a la dependencia, la discapacidad y la muerte. Es algo que hay que combatirlo teniendo una actitud positiva en el día a día y socializando con las personas, para lo que lugares como Las Arcadias ofrecen el escenario perfecto para afrontarlo. «Aquí todo el mundo comparte, y si alguien tiene un problema, lo comunica para ayudarse entre sí» comenta Carmen.
La empresaria, propietaria de los Centros de estética Carmen
Navarro, recomienda poner en práctica el ikigai. Levantarse con ilusión,
energía y ganas de ayudar a los demás. También disfrutar con lo que haces. «Es
fundamental que nos cuidemos con buena alimentación, dormir bien y hacer
ejercicio, porque si no estamos bien por dentro, no lo estaremos por
fuera». Su secreto para no decaer en el
ritmo de vida radica en la nutricosmética, el glutation intravenoso y la
vitamina C, para fortalecer el sistema inmune.
Noemí
afirma que «es necesario aprender a envejecer y ser conscientes que fácilmente
podemos llegar a vivir cien años, 30 tras jubilarnos. Debemos dar ejemplo a los
jóvenes de que es una etapa magnífica, basada en las vivencias y sabiduría»
comenta la psicóloga y escritora. Manuel López opina que la mejor forma de
combatir el edadismo es dejar de ser el centro de atención de la familia y
seguir con tu vida. Añade que es necesario comunicarse y mostrar inquietud por
aprender, puesto que la tecnología actual brinda un acceso al conocimiento
brutal. «La experiencia me ha demostrado que vivir en comunidad hace que
enfermedades como el Alzheimer se retrasen o no se produzcan».
Preguntados
por el hecho de si el edadismo daña en mayor media a las mujeres que a los
hombres, Carmen afirma que ella fue pionera en acudir a tratamientos con la
llegada de la menopausa. «Tienes que saber lo que ocurre en tu cuerpo para
poder afrontarlo y gestionarlo». Noemí sentencia que «mientras que el hombre
madura, las mujeres envejecemos. Así es como nos ve la sociedad, por lo que
debemos poner el foco, no tanto en lo físico, sino en el estilo de vida». A
este respecto, Manuel opina que el hombre tiene un comportamiento de análisis
muy vertical frente al entendimiento transversal de la mujer, que aborda
diversos escenarios a la vez.
El
público asistente puso sobre la mesa cómo afrontar el duro trance del duelo de
la pareja. Para Noemí, la tristeza del duelo es una emoción necesaria, pero no
una enfermedad. Hay que agarrarse a los valores, la curiosidad, la lectura, porque
son el GPS que da sentido a la vida. Anima a «rodearse de personas vitaminas,
esas que te hacen sonreír y aportan energía positiva». Manuel define el duelo
como la tormenta perfecta de la navegación y apela a los ángeles invisibles
como personas que pueden ayudarte a salir de ese trance, «llegan, te ayudan y
se van», apoyándote en la aceptación. Carmen recalcó en la necesidad de
imponerse el propio ikigai para envejecer con vitalidad como la cultura
japonesa.
Complejo Las Arcadias El Encinar
La OMS señala que las claves para reducir o eliminar el
problema del edadismo son mediante políticas, leyes, actividades educativas y
contacto intergeneracional. En el complejo senior living de Las Arcadias El
Encinar se cumplen muchas de estas condiciones, planteando la posibilidad de
vivir en apartamentos privados de lujo con todo tipo de servicios, pero sin
llegar a perder la independencia y estilo de vida de cada persona. Impera la
vida social en un ambiente tranquilo y distendido donde poder relacionarse con
otras personas. Se complementa con actividades y una dieta alimentaria
saludable alineada con la condición física y cognitiva de las personas mayores.