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Un dron que espiaba un portaaviones británico logra escapar en un puerto alemán de Hamburgo

El portaaviones británico HMS Queen Elizabeth, que se encontraba cerca del puerto de Hamburgo, fue objeto de vigilancia por un dron desconocido el pasado 22 de noviembre, según reporta el periódico alemán Bild. Las autoridades detectaron un objeto que parecía estar siguiendo al portaaviones, en lo que se considera un acto de posible espionaje, y procedieron a intentar neutralizarlo con un inhibidor portátil. Sin embargo, el dispositivo continuó con sus maniobras y desapareció poco después en las cercanías de la terminal Tollerort, controlada en parte por una empresa china desde hace aproximadamente un año. A pesar de los esfuerzos, tanto el dron como su operador siguen sin identificarse.

Un patrón creciente: drones misteriosos sobre bases de la OTAN y Estados Unidos

Este incidente no es un caso aislado. Recientemente, han ocurrido otros episodios similares en bases y activos militares en varios países de la OTAN. En el Reino Unido, drones desconocidos sobrevolaron la base aérea de Lakenheath el 20 de noviembre, donde las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos tienen unidades de cazas F-15E y F-35. Según fuentes militares, la cantidad y el tipo de drones variaban en configuración y tamaño, lo que llevó a desplegar cazas F-15E Strike Eagle para interceptarlos. Sin embargo, estos drones también desaparecieron sin ser identificados.

Otro incidente relevante sucedió en Nueva Jersey, donde se reportaron drones no identificados sobrevolando el arsenal Picatinny del Ejército de Estados Unidos días antes de los incidentes en Lakenheath. Esta serie de avistamientos plantea una creciente preocupación entre las autoridades de defensa, que aún no han logrado identificar el origen de estos dispositivos.

¿China y Rusia están detrás?

Aunque aún no hay una explicación clara sobre el origen de estos drones, las especulaciones se centran en la posibilidad de que puedan estar vinculados a operaciones de espionaje de Rusia o China. Ambas potencias han aumentado su capacidad en drones y tecnología no tripulada, y los analistas advierten que estos incidentes podrían formar parte de un esfuerzo por obtener información sobre las capacidades y operatividad de las bases de la OTAN y de Estados Unidos. Otra teoría sugiere que, en algunos casos, podría tratarse de pruebas de tecnología estadounidense en zonas de alta seguridad, aunque esta hipótesis se considera menos probable.

Los drones no identificados plantean riesgos significativos para la seguridad de las infraestructuras críticas, especialmente en un contexto de tensiones crecientes entre Occidente y otros actores geopolíticos. Esta situación subraya la necesidad de mayores capacidades de defensa contra amenazas aéreas no convencionales.

La amenaza de los drones no identificados pone de relieve las dificultades que enfrentan los países de la OTAN y de la Unión Europea para proteger sus instalaciones estratégicas. La falta de equipamiento antidrones especializado y las restricciones legales dificultan la implementación de medidas de defensa efectivas. En Alemania, por ejemplo, la Bundeswehr ha expresado su preocupación por la escasa capacidad de respuesta ante el espionaje aéreo, especialmente frente a drones rusos.

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