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El acuerdo entre Israel y Hizbulá deja a Hamás sin su principal aliado

Después del acuerdo de alto el fuego entre Israel y la organización terrorista Hizbulá, que entró en vigor el miércoles por la mañana y aún se mantiene, si bien ambos bandos se acusan de haberlo roto ya, Hamás se queda más sola que nunca, según Shaul Bartal, investigador asociado del centro Begin Sadat de la Universidad israelí Bar Ilan y del Instituto de Oriente universidad de Lisboa. «Lo que tiene de bueno Hamás es que todo lo que piensan lo publican», asegura el investigador. «Es una organización muy comunicativa. Y con respecto al alto el fuego con Hizbulá, primero dieron las gracias al gran apoyo de los chiíes libaneses por toda la fuerza que han ejercido sobre Israel en apoyo a Hamás desde el 8 de octubre del año pasado, con tantas pérdidas, incluido todo su liderazgo, Hamás reconoce también las presiones internas que ha sufrido Hizbulá para el acuerdo. Y Hamás también comunica su soledad».

Los medios sociales de Hamás indican no solo sorpresa por el acuerdo alcanzado ahora, indica Bartal, sino también que Irán, patrocinador de ambos, así como de otros Hizbulá como el de Irak y de los hutíes de Yemen, los ha dejado solos por el momento.

«Hamás no deja de repetir desde que se anunció el alto el fuego que es muy frágil y que se romperá en breve por culpa de Israel», añade.

La situación compleja que vive Líbano, con muchas fuerzas internas que no apoyan a Hizbulá y critican que haya llevado a la destrucción de muchas zonas del país, también se refleja en la propia base de Hizbulá. Según Bartal, el acuerdo se firmó porque Irán así lo quiso, a pesar de que corrientes de la organización chií en Líbano no deseaban poner fin a la guerra por el momento.

El punto clave de desvincular la guerra de Gaza de la guerra con Hizbulá se deshizo con este acuerdo, cuando el liderazgo del grupo había mantenido durante trece meses que no depondría las armas hasta que no hubiera paz en Gaza. En Israel se le atribuye a Benjamin Netanyahu este logro.

Y la disensión se encuentra también entre los palestinos: «Muchos acusan a Hamás de ser instrumento de Irán, de haberse convertido en un «proxy» de la República Islámica y así haber llevado a la Franja de Gaza a la destrucción, y esta crítica está muy presente en las voces palestinas de los medios sociales», asegura Bartal.

Hamás, tras más de un año de guerra y habiendo infligido muchos daños a Israel, principalmente con su ataque del 7-O y después con cientos de soldados muertos, trata de argumentar que puede doblegar al «enemigo sionista», según el experto. También recuerda el hecho de que la Corte Penal Internacional de La Haya haya emitido sendos arrestos al primer ministro israelí y al exministro de Defensa como confirmación de su victoria (olvidando que sus líderes también habían recibido el mismo trato), «pero a fin de cuentas Hamás se encuentra en modo defensivo, tratando de explicarse frente a sus ciudadanos, que no lo apoyan, que pasan hambre, viven en campos de refugiados en tiendas de campaña en penosas condiciones, con el noventa por ciento de los edificios destruidos», dice.

Y si bien muchos, dentro y fuera de Israel y de Gaza, pensaban que una vez firmado el alto el fuego en el norte, en Gaza se calmaría la guerra, la realidad de los últimos días ha mostrado justo lo contrario. Las tropas israelíes han intensificado el fuego en toda Gaza, centro, norte y sur. A decir de Bartal, Israel quiere terminar todos los túneles y mover a todos los habitantes al sur para convertir el norte en zona militar cerrada.

El argumento israelí es que quienes quedan en el norte son el núcleo duro de Hamás y que los civiles no implicados hace tiempo salieron de esa área y se encuentran en la zona humanitaria de Al Mawasi. El norte era la zona más defendida de Hamás, donde estaba la mayoría de sus brigadas y, según el experto, Israel quiere convertirlo a algo que recuerda a Berlín tras la Segunda Guerra Mundial. «Un ejemplo para disuadir a quien quiera meterse con Israel de nuevo», dice el investigador.

«Hamás podría salir de este problema rápidamente si libera a los rehenes y si su liderazgo abandona Gaza, dejar paso a un Gobierno de tecnócratas en los que haya elementos de otros países árabes y de la Autoridad Palestina». Bartal asegura que Israel no va a aceptar nada menos que eso y también que Hamás aún no ha recibido permiso de Irán para hacerlo.

El foco de las negociaciones ha cambiado en las últimas semanas, ahora que Qatar está apartado y Turquía ha comenzado a ejercer cierto papel diplomático. El investigador recuerda que en Turquía está parte del liderazgo de Hamás y que, a su líder, Tayyip Erdogan, le interesa mejorar su estatus internacional, mostrar que es un factor estabilizador en la región.

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