El Liverpool barre al City (2-0)
El Liverpool pasó por encima del Manchester City, que lleva ya siete partidos sin ganar. Y lo peor es que nunca tuvo posibilidades de hacerlo. Ni siquiera se acercó al gol el equipo de Guardiola, al que le costó salir de su campo en la primera mitad.
La presión del Liverpool era asfixiante y el City echaba de menos más que nunca a Rodri. Los balones perdidos en el borde del área eran una amenaza constante para la portería de Ortega, que acabó sufriendo mucho menos daño de lo que se intuía en el césped.
Era una superioridad abrumadora la del Liverpool, que tuvo encerrado los primeros 45 minutos al City en su área. Dominaba por abajo y por arriba. Cada córner era una amenaza de Van Dijk, que mandó un cabezazo al poste y estuvo cerca de marcar en varias ocasiones más.
Gakpo marcó el gol que adelantaba al Liverpool después de un pase de Salah que cruzó todo el área pequeña esperando a que entrara el neerlandés para empujarla. Slot, el técnico del Liverpool, había preferido al ex jugador del Feyenoord y dejó en el banquillo a Darwin porque preveía que le iba a hacer más falta un jugador veloz y de llegada que uno que esperara el remate en el área. Y tenía razón.
La intensidad del Liverpool atolondraba al Manchester City, que no encontraba la manera de mantener la pelota en sus pies. Pero no renunciaba a sacar la pelota jugada, aunque la perdiera una y otra vez sin llegar al campo contrario.
Mejoró ligeramente el Manchester City en la segunda mitad, conservaba más tiempo el balón, pero tenía las mismas dificultades para llegar a la portería de Kelleher. La velocidad de Doku le dio alguna oportunidad más, pero Haaland siguió sin entrar en contacto con el balón. No pudo disparar a puerta el noruego porque la pelota no le llegaba.
Y las oportunidades seguían siendo para el Liverpool, que disfrutaba de espacios y seguía robando la pelota, aunque ahora más lejos de la portería. Alexander Arnold tuvo un remate claro que acabó en las manos de Ortega, Gakpo lo intentó desde el borde del área, pero ninguno estuvo tan cerca como Salah en un mano a mano que terminó lanzando por encima del larguero.
El egipcio, que ya había dado el pase del primer gol, marcó el segundo en un penalti que Ortega hizo a Luis Díaz. El portero del City salió hasta el borde del área para buscar una pelota a la que no podía llegar. La afición del Liverpool acabó gritando a Guardiola «te van a echar mañana» y el entrenador español respondió marcando un seis con las manos. Las Premier que ha ganado.