El cóctel de drogas de los pilotos rusos en Zaporiyia: "Toma mefredona con antibióticos. Dicen que ayuda"
Agentes del servicio de inteligencia ucraniano (GUR) han interceptado una conversación entre un comandante ruso y sus soldados que es muy ilustrativa de hasta qué punto el día a día de la guerra puede hacerse insoportable.
En el audio, que el GUR reproduce en su página web, el jefe de una de las unidades que combaten en la región de Zaporiyia alienta a sus hombres a consumir drogas y otras sustancias antes de emprender un asalto, y con ello poder ser más eficaces.
"¡Te dijimos que tomases algo, maldita sea!", apremia el comandante a uno de los soldados. "Te dijimos que tenemos mefedrona, maldita sea, difenhidramina, maldita sea, con algunos antibióticos. ¡Y tienes glicina! Toma glicina, que dicen que todo esto ayuda”, dice el comandante a uno de los pilotos destinados en el frente de Zaporiyia.
La zona es una de las más activas estos días en el frente, y de hecho un misil ruso causó el pasado martes la muerte de al menos nueve personas en esta ciudad, en el sureste de Ucrania. El bombardeo se añade al ataque de un convoy del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y a la permanente preocupación por la integridad de la central nuclear.
Las sustancias que consumen los pilotos rusos
Las sustancias de las que disponen los pilotos rusos para atacar sin piedad, de acuerdo con la conversación captada por la inteligencia ucraniana, es de lo más variada.
Por un lado, la difenhidramina es un medicamento antihistamínico que tiene también efectos relajantes y ayuda a prevenir el mareo por movimiento excesivo y las náuseas. Su uso excesivo puede causar arritmias, convulsiones o incluso alucinaciones.
La mefredona es una droga sintética que tiene efectos estimulantes. Puede ser ingerida, inhalada, inyectada o administrada por vía rectal. Aumenta la actividad de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina en el cerebro, lo que provoca efectos como euforia, sensación intensa de felicidad y bienestar. Tiene unos efectos similares a los de las anfetaminas.
Entre sus efectos secundarios están las palpitaciones, taquicardia, ansiedad, paranoia o vómitos. Puede llegar a ser muy adictiva.
Por último, la glicina, también "recetada" por los mandos rusos, puede ser utilizada como un complemento que ayuda a reducir la hiperexcitabilidad y la ansiedad, aunque tiene también ciertos efectos secundarios.