Junts y el PSOE se reúnen en Suiza en medio de la Conferencia de Presidentes
Mientras se desarrollaba la Conferencia de Presidentes en Santander, PSOE y Junts mantenían este viernes una reunión paralela en Suiza. La cita se produjo en un momento de máxima sensibilidad política porque el Gobierno necesita aprobar los Presupuestos de 2025 para poder sobrevivir al desgaste que está sufriendo por las derrotas parlamentarias y la corrupción. Junts, sin embargo, necesita proyectar una posición de fuerza y el mismo lunes Carles Puigdemont lanzó un órdago a Pedro Sánchez con el impulso de un debate en el Congreso sobre una cuestión de confianza, una forma de presionar al Gobierno para que cumpla con el acuerdo de investidura.
A la reunión acudieron Jordi Turull y Míriam Nogueras por parte de Junts, según adelantó «El Periódico», y Santos Cerdán por parte del PSOE, aunque no ha trascendido ningún detalle más ya que tanto los socialistas como los posconvergentes se comprometieron a dar máxima discreción a este tipo de encuentros, que deben desarrollarse mensualmente para medir los avances en las negociaciones.
Ahora mismo, para empezar a negociar los Presupuestos, los de Puigdemont dan prioridad a dos cosas: a la ejecución de las inversiones de 2023 y 2024, ya que hay 2.400 millones de euros pendientes entre ambos ejercicios; y, el traspaso de competencias en inmigración. En Junts no van a abrir la carpeta de las Cuentas de 2025 sin que se cumpla con las inversiones de 2023 y 2024 ya que señalan que hay una «infraejecución» del 55%. Además, también han volcado todos sus esfuerzos en lograr las competencias migratorias y parece que ya hay acuerdo sobre permisos de corta y larga duración y reagrupamiento familiar, pero faltan importantes flecos, como el control de fronteras y la tramitación de las órdenes de expulsión.
La carpeta migratoria es muy importante para Junts ya que tiene que contener la fuga de votos hacia Aliança Catalana, un partido «antiinmigración» que ha irrumpido ya en el Parlament y sigue una carrera ascendente, según las encuestas.
Con la cita de ayer, el PSOE trató de calmar los ánimos en Junts y acercar posturas de cara a los Presupuestos de 2025. Con la ley de amnistía sin desplegar sus efectos jurídicos, la interlocución con Puigdemont obliga al trágala de tener que desplazarse cada mes fuera de España para negociar los asuntos que marcan el devenir del país. Tras el órdago del expresidente el pasado lunes, exigiendo a Sánchez someterse a una cuestión de confianza, ambas formaciones han concretado una reunión para pulsar el estado de las negociaciones.
El objetivo es seguir cultivando la entente y conseguir que las conversaciones para la aprobación de los Presupuestos, así como el cumplimiento de los compromisos previos pendientes se concreten cuanto antes. No en vano, tal como publicara este diario, la orden de Pedro Sánchez a los suyos ha sido bajar el perfil al máximo y evitar cualquier crítica pública a Junts.
En Moncloa creen que Junts no tiene incentivos para dejar caer al Gobierno, al menos, mientras Puigdemont no pueda beneficiarse de la amnistía, y pese a los coqueteos con el PP, en el Gobierno señalan que esa alianza perjudica políticamente a ambos actores. Esto no es óbice para que Junts pueda complicarle la existencia al Ejecutivo.