El "sanchista" Planas, otra vez en la picota
Luis Planas, el ministro «sanchista» de Agricultura, está en el ojo del huracán. Este vividor de la «política», actividad a la que lleva subido desde 1982, cuando fue elegido diputado por Córdoba durante las elecciones, se enfrenta otra vez a las protestas de una parte del sector agrario. Es la última vez que sucede esto, pero no la primera, ya que a lo largo de su mandato de seis años y medio ha visto como los agricultores y ganaderos protagonizaban las dos oleadas de protesta más importantes de este siglo; la primera de ellas fue a principios de 2020, que solo finalizó cuando llegó la pandemia, y la segunda tuvo lugar a principios de este año. Planas forma parte del núcleo duro del «sanchismo», junto a Maria Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda; Margarita Robles, titular de Defensa; y Marlaska de Interior. Ellos son los únicos que permanecen en el Gobierno desde que Sánchez llegó a La Moncloa a principios de junio de 2018.
Así, las organizaciones agrarias ASAJA y COAG han convocado esta mañana una concentración frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para protestar por el acuerdo alcanzado con Mercosur y también contra la política agraria que ejecuta el «sanchista» Planas. Este acto podría ser el inicio de una serie de manifestaciones que tendrían lugar durante los primeros meses de 2025 y se celebra pocos días después de que las calles de Pamplona y Valladolid acogiesen sendas «tractoradas» convocadas por organizaciones independientes del sector agrario. El objetivo era también protestar por los acuerdos comerciales que negocia y firma la Comisión Europea en nombre de la UE, que suponen una competencia desleal para el campo comunitario.
Desde ASAJA Y COAG insisten en que el pacto alcanzado hace diez días entre la Comisión Europea y los mandatarios de Mercosur es muy perjudicial para los intereses de los agricultores y ganaderos españoles por una cuestión de principio y de carácter horizontal. En su opinión, las mercancías producidas en los cuatro países que forman parte del mismo (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) no se producen conforme a las exigentes normas que deben respetar los profesionales del campo de la UE, algo que deja a estos últimos en situación de inferioridad y ante la imposibilidad de competir. Al margen de eso, habrá problemas en sectores concretos como los de carne de vacuno, arroz, avicultura, cereales y cítricos por la mejora de las condiciones para que estos productos procedentes de Mercosur entren en el mercado comunitario. Planas calificó este acuerdo como bueno y beneficioso para el campo español.
Asuntos domésticos
Entre las reivindicaciones que plantean ASAJA Y COAG destacan también las relativas a otros asuntos domésticos, como la política de seguros agrarios. Independientemente de la cantidad de dinero que se destine a su financiación, hay un gran problema de fondo. El monopolio de hecho de Agroseguro, con el beneplácito de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), dependiente de Agricultura, está aumentando el coste de las líneas de seguros para los agricultores y ganaderos que las suscriben y reduciendo la cobertura de las mismas, lo que hace que muchas de ellas dejen de ser atractivas.
La falta de implicación del Ministerio en las políticas de sanidad animal es otra de las críticas más frecuentes.