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Estos son los siete árboles frutales que no debes plantar en tu jardín según un agricultor y arborista

Los árboles frutales pueden aportar belleza y color a tu jardín, aunque no todos ellos son adecuados. Algunos pueden ser invasivos, difíciles de podar o causar más problemas que beneficios, como frutos que ensucian o dañan superficies. Según indican expertos en jardinería, hay siete árboles en concreto que deberías evitar plantar.

Manzano silvestre

Aunque los manzanos silvestres destacan por sus flores vistosas, sus pequeños frutos amargos pueden ser un problema. Según Ben Heusinkvelt, arborista certificado de la Arbor Day Foundation, los frutos caen en invierno y suelen ensuciar caminos, aceras y vehículos.

Ginkgo hembra

El ginkgo es un árbol antiguo conocido por su espectacular follaje otoñal, pero las variedades femeninas producen frutos carnosos con un olor desagradable. Damon Abdi, horticultor de la Universidad Estatal de Luisiana, explica que este árbol es dioico, es decir, tiene plantas masculinas y femeninas separadas. Para evitar los problemas de olor y suciedad, se recomienda plantar únicamente ejemplares masculinos.

Morera

Las moreras son populares por su rápido crecimiento, pero generan varios inconvenientes. Sus frutos caen en grandes cantidades, manchando suelos, automóviles y calzado, lo que puede resultar molesto en entornos residenciales. Además, esta especie es invasiva en muchas zonas y su eliminación puede ser complicada. Según Abdi, la mejor manera de controlar su expansión es eliminar los ejemplares jóvenes antes de que echen raíces profundas.

Peral de Bradford

El peral de Bradford se reconoce por sus llamativas flores blancas, pero estas desprenden un olor fuerte y desagradable. Además, sus ramas son débiles y suelen romperse con el viento o el hielo, lo que limita su vida útil. Abdi añade que, debido a su naturaleza invasiva y a que no produce frutos comestibles, este árbol no es una buena opción para jardines.

Naranjo de Osage

El naranjo de Osage produce frutos grandes, del tamaño de pelotas de béisbol, que pueden ser peligrosos al caer. Este árbol, además, tiene ramas con espinas y madera extremadamente densa, lo que dificulta su mantenimiento.

Ciruelo cerezo

Aunque los ciruelos cerezos tienen un aspecto atractivo, su madera es débil y su estabilidad se ve comprometida con el tiempo. Según Abdi, sus frutos pueden manchar aceras y contener semillas tóxicas que son peligrosas para mascotas y personas si se ingieren.

Árbol del sebo

El árbol del sebo es extremadamente invasivo y produce una gran cantidad de semillas que pueden desplazarse y competir con plantas nativas. Sus frutos, que parecen palomitas de maíz, germinan con facilidad, dificultando su control y eliminación.

Optar por especies adecuadas al clima y las condiciones de tu entorno, así como investigar sobre su mantenimiento, es esencial para garantizar que tu jardín se mantenga en unas condiciones óptimas.

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