Dos españolas que viven en Suiza muestran el precio de la compra en un supermercado: "Enseña el ticket, que luego la gente no me cree"

Muchos jóvenes españoles han decidido dar un vuelco a su vida e irse a trabajar a Suiza por la falta de oportunidades en nuestro país y por sus mayores sueldos. Como en todos los países, no todo es de color de rosa pese a lo que se muestre en internet y principalmente en las redes sociales. Esto lo explicó claramente Ismael, un profesional sanitario que trabaja casi 12 horas al día:"En redes sociales se muestra que vivir en Suiza es poco más que estar en las montañas, rodeado de paisajes preciosos, comiendo fondue, esquiando y ganando cantidades ingentes de dinero casi sin esfuerzo, lo cual no puede estar más alejado de la realidad".

A nivel social, tampoco es el país más avanzado del mundo como reveló Carla, otra española en el país: "A los suizos les gusta que todo se quede como esté". Explicó todo mediante un referéndum en el que salió no a aumentar las vacaciones: "Hace unos años tuvieron un referéndum para ver si subían las vacaciones mínimas de cuatro a seis semanas y se rechazó porque se veía como un riesgo para la economía". Al igual que la inmensa mayoría, piensa que esto en España esto habría sido diferente: "En España esto habría sido un sí con mayúsculas. En Suiza no, por si acaso, que todo se quede igual".

Los sueldos en Suiza

Los salarios en Suiza son inmensamente superiores a los de España y hay varios ejemplos de ello. Un trabajador de la construcción se tomaba con ironía su "sufrimiento" al decir lo que cobra:"Aquí estoy en Suiza, levantando estas piedras de mie... que pesan más que un dinosaurio, lejos de mi familia, con frío, con tres meses de verano (calor) al año con suerte, pero luego recuerdo que gano unos 6.000 euros y se me pasan todas la penas". Estos trabajos no cualificados se pagan muy bien, ya que un repartidor también afirmó superar lo que serían con el cambio de moneda 4.000 euros mensuales.

El caso más llamativo fue el de Ana Marina Lasso, que sorprendió a todos con su afirmación: "Gano más limpiando casas en Suiza que un ingeniero en España". En un vídeo en el que explica su salario, afirma que tiene un salario de 28 francos la hora. Ese día estuvo limpiando cuatro horas, por lo que recibió un total de 112 francos. Con el cambio de moneda, se queda aproximadamente en 120 euros. Por tanto, tiene un salario de 30 euros la hora. Con este sueldo uno puede pensar que hasta comer es muy caro, pero en un segundo vídeo de esta española parece más bien lo contrario.

Esto vale hacer la compra en Suiza

En un segundo vídeo, Ana Marina fue a hacer la compra con su amiga Virginia para mostrar el precio, que fue bastante sorprendente. Ambas explican que llevan dos semanas sin comprar, aproximadamente lo que estiman que les dure la que hacen en el vídeo. Según van paseando por los pasillos, el carro se va llenando, incluso más de lo que pretendían: “Nos vamos a gastar 1.000 millones de euros”, bromeaban. Viendo los precios que enseñan, no son tan excesivos. Un paquete de arándonos cuesta 3,99 francos, que al cambio es algo menos de cinco euros.

Cuando llegan a la caja el carro está completamente lleno. Ambas se habían retado para ver quién gastaba menos. La resolución se vio al salir del supermercado, ya que se grabaron mientras paseaban con la compra. La que menos se gastó fue Virginia, que pagó 80 francos, que son alrededor de 86 euros. "Enseña el ticket, que la gente luego no me cree", decía Ana Marina a Virginia. Finalmente lo enseño y era totalmente cierto el precio que decía. Ana Marina gastó bastante más, 150 francos, aproximadamente 161 euros y explicó la diferencia: "Compro muchísima carne doble". Cuando se acercaban a su coche, se cruzaron con otro de lujo.

Las respuestas no fueron unánimes

Em los comentarios del vídeo había otros habitantes en Suiza muy sorprendidos: "Eso me cuesta a mí solo la verdura", afirmó uno. Otros explicaban que ese supermercado es de menor calidad y que por eso el precio es menor. Un tercer grupo afirmaba que es por los productos que escogieron. Más allá del debate, ninguno de los dos gastos son excesivamente superiores a lo que se puede gastar en España por una compra similar.