El caso Koldo se dispara: suma ya 85 tomos y pone el foco en lo incautado en los registros
El caso Koldo amaga con convertirse en un procedimiento gigante en la Audiencia Nacional. Desde el arranque de las diligencias en octubre del año pasado, los investigadores se han incautado de material y documentos que constituyen ya 85 tomos de sumario. Se trata de informes que recogen lo recopilado por la Guardia Civil en los registros practicados a los cabecillas de la trama tras el estallido del caso en febrero.
El magistrado instructor Ismael Moreno quiere ahora que la UCO analice todo este material. Por ello, ha dispuesto en una providencia a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, que se dé traslado del material digitalizado a los agentes para que emitan sus correspondientes informes "a la mayor brevedad". Se trata de un total de 85 tomos que contienen el resultado de los registros practicados en febrero a cerca de 30 personas. Entre ellas destacan el conseguidor Víctor de Aldama y Koldo García, quien fuera asesor del exministro José Luis Ábalos.
El volumen del material incautado es tal, que han necesitado meses para digitalizar todo el contenido. Los agentes tienen bajo su poder decenas de teléfonos, discos duros, tablets, dispositivos de almacenamiento, y montañas de papeles que, a día de hoy, siguen desentrañando para avanzar lo más rápido posible en las diligencias. Ahora que casi este centenar de tomos está ya en formato DVD, Moreno da orden de que se ponga en manos de la UCO para que continúe con el análisis de estos efectos incautados hace diez meses.
El material de los registros
La mañana del 20 de febrero, tras muchos meses de escuchas y seguimientos, los agentes explotaron el operativo. Éste se saldó con la detención de 14 personas y un total de 28 registros practicados en Madrid, Valencia, Murcia y otros puntos de España. En total se incautaron de 170 dispositivos y abundante documental en soporte papel.
En el domicilio de Koldo García, los agentes requisaron decenas de documentos. De todos ello dan especial relevancia a las anotaciones manuscritas sobre los presuntos pagos en metálico de la red. Estas fuentes de prueba habrían cobrado especial relevancia después de que Víctor de Aldama haya confirmado que se cobraron mordidas tanto con los contratos firmados en pandemia, como con adjudicaciones de obra pública que salieron del Ministerio de Transportes que entonces dirigía José Luis Ábalos.
Uno de los registros más profusos fue el practicado a este conseguidor de la trama. Los agentes de la Unidad Central Operativa localizaron en su vivienda de San Sebastián de los Reyes (Madrid) ordenadores portátiles, seis teléfonos, un disco y abundante dinero metálico. El cabecilla, que se anotó más de 6 millones de euros en comisiones por la adjudicación de los contratos de pandemia, guardaba 18.220 euros divididos en billetes de 20, de 50 y de 100 euros.
Las pruebas de Aldama
La UCO también requisó cinco piedras preciosas, seis relojes de la marca Rolex, dos vehículos (marcas Porsche y Land Rover), un rifle Tiger de calibre 44 y una pistola taser. Tras constatar que una de las armas que atesoraba no contaba con la documentación reglamentaria, el magistrado Moreno, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, dedujo testimonio para que se investigase estos hechos en los juzgados ordinarios de Plaza de Castilla.
También es especialmente relevante el material que los agentes localizaron en las sedes de MTM 180 Capital y Deluxe Fortune. En la sede de estas dos empresas que el comisionista utilizó para cobrar las presuntas mordidas y contratar con Air Europa, la UCO halló nueve discos duros, y 11 USB. Además, en las once horas que se alargó el registro, confiscaron once bolsas de documental en soporte papel. Los agentes también se incautaron de importantes cuantías de metálico. Es el caso de Rogelio Pujalte. Este empresario, acusado de car el "chivatazo" a Koldo de que la Guardia Civil le investigaba, ocultaba un total de 125.310 euros en el Depósito Judicial de Murcia.
Las fuentes consultadas por este medio explican que en estos meses se ha avanzado en el estudio de algunos de los dispositivos incautados. Es el caso de uno de los teléfonos de Aldama o de Koldo García. No obstante, el proceso se ha ralentizado puesto que, de cada estudio, han surgido diferentes líneas de investigación que han llevado a los agentes a profundizar por esas vías. Tal es el caso de lo relacionado con la visita de Delcy Rodríguez a España la madrugada del 20 de enero de 2020, el rescate de Air Europa o el presunto desvío fondos a países como República Dominicana.
Con todo, a esta parte del sumario se añaden las diligencias diarias que se practican en el procedimiento. Fuentes jurídicas consultadas por este medio explican que la cifra de acontecimientos supera ya los 10.130. Se trata de autos y providencias del juez, los escritos de la Fiscalía Anticorrupción, las peticiones de las partes (defensas y acusaciones) y, en definitiva, todos los papeles que forman parte de la causa.
Ábalos, en el foco
La misma se ha escindido en dos con la irrupción en la causa de José Luis Ábalos. Tras constatar los indicios contra el exdirigente socialista, el magistrado Ismael Moreno envió una exposición razonada al Tribunal Supremo para que investigara el presunto "papel principal" del aforado. Así pues, la Audiencia Nacional mantiene las pesquisas sobre los contratos con Soluciones de Gestión, así como el presunto blanqueo de parte de los imputados, mientras el Tribunal Supremo asume todo lo que afecta a Ábalos, incluido el presunto cobro de comisiones que, según Aldama, alcanzarían los cuatro millones de euros.
Precisamente, Aldama ha entregado una tanda de documentos con los que pretende constatar que se percibieron mordidas a cambio de facilitar adjudicaciones de obra pública a empresas amigas. El empresario también ha señalado a cargos del Gobierno como el ministro Víctor Ángel Torres, o el jefe de gabinete de la ministra María Jesús Montero. También implica en el trasiego de cobros irregulares a Santos Cerdán. Mantiene que en 2021 cobró 15.000 euros en un sobre de manos de Koldo García en un bar en la calle Ferraz, a modo de disculpa tras haberse inmiscuido en una licitación del País Vasco, territorio que estaría bajo el control del dirigente socialista.