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El fin de las ayudas del Gobierno dispara los precios con el año nuevo

El Año Nuevo llega cargado de nuevas ilusiones y de precios más altos, que encarecerán las facturas de los hogares debido a los ajustes fiscales al alza del Gobierno –tras poner fin a la mayoría de las bonificaciones anticrisis puestas en marcha– y al encarecimiento de los bienes y servicios. España cierra el actual ejercicio con una inflación interanual del 2,8%, lo que significa un descenso del IPC de más o menos medio punto respecto al año pasado, pero con una tendencia al alza que comenzó hace tres meses y que no parece tener freno. Por tanto, los precios vuelven a descontrolarse después de una primera mitad de año con el IPC moderando sus subidas.

La inflación subió un 0,4% en diciembre en relación al mes anterior y elevó cuatro décimas su tasa interanual, un repunte que se ha debido principalmente al encarecimiento de los carburantes y, en menor medida, a los precios de ocio y cultura, que en diciembre aumentaron más que en el mismo mes del año anterior. Así, la inflación alcanza su valor más alto desde el mes de julio, según los datos avanzados por el INE. Desde el mínimo del 1,5% alcanzado en septiembre, el IPC abandonó la tendencia a la baja de los cuatro meses anteriores –desde el máximo del 3,6% marcado en mayo– y vuelve a acercarse al 3%, confirmando la senda alcista en este final de año tras meses de desinflación.

La variación anual estimada de la inflación subyacente –índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos– aumentó dos décimas, hasta el 2,6%, quedándose dos por debajo del índice general. Lleva nueve meses oscilando entre una horquilla comprendida entre el 2,5% y el 3% desde abril, con solo dos meses en los que bajó hasta el 2,4%. En cuanto a la variación mensual, los precios de consumo registraron una tasa del 0,4% respecto al mes de noviembre, dos décimas más que el mes anterior. Con el repunte de diciembre, también acumula tres meses consecutivos de ascensos. Estas cuatro décimas suponen el mayor aumento de la tasa mensual en un mes de diciembre desde 2021.

Esta inflación del 2,8% se sitúa ocho décimas por debajo de la que cerró 2023 (3,5%), pero muy por encima de la referencia límite del 2% marcada por el Banco Central Europeo (BCE). Una situación que se agravará en el inicio del año 2025, que arrancará con subidas en la factura de la luz, el gas y en los alimentos por la retirada de las rebajas impositivas y del IVA, así como en las tarifas de las principales compañías de telecomunicaciones.

No hay vuelta a atrás en la rebaja del IVA a los alimentos básicos. Con el nuevo año, este impuesto indirecto de los alimentos básicos volverá al 4% –el tipo superreducido para huevos, pan, verduras, legumbres o frutas–, mientras que el caso de la pasta y los aceites de semillas volverá a situarse en el 10%. El aceite de oliva pasará del 2% al 4% –en lugar del 10% que soportaba anteriormente–, al igual que los productos derivados de la leche, que tendrán también IVA superreducido.

Otro de los golpes al bolsillo de los hogares llegará con la factura eléctrica, con el regreso al 21% de IVA con el que se vuelve a gravar la luz, tras poner fin a las rebajas excepcionales del recibo que se adoptaron durante la última crisis inflacionaria, que el Gobierno ya comenzó a desmontar a finales de 2023, tras regularizar el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) con una subida del 2,5% durante el primer trimestre de 2024 y al 3,8% durante el segundo, y del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), que pasó de un tipo del 3,5% hasta marzo, pasando a tener un 5,25% hasta junio. Ahora, el Gobierno sumará el incremento de los cargos de los costes fijos del sistema eléctrico, que se dispararán un 39%.

Para los consumidores acogidos a la tarifa regulada del gas habrá también cambios en el cálculo del PVPC, que incorpora una cesta de precios a medio y largo plazo. La proporción de vinculación con el precio del «pool» proseguirá con su reducción y con una mayor incorporación de las referencias de los mercados de futuros, de modo que éstos representarán ya el 40% a partir de este año, frente al 25% en 2024. En cuanto a la tarifa de último recurso (TUR) de gas natural individual sin impuestos, esta se incrementará a partir del 1 de enero un 10% con relación al precio establecido el pasado 1 de octubre por la llegada del invierno y la incorporación del gas estacional, mientras que la TUR vecinal se incrementará entre un 13,5% y un 18,3%.

También subirán las tarifas las compañías de telecomunicaciones, entre un 5% y un 3%, lo que serían entre tres euros mensuales –o 36 euros al año– o seis euros al mes -o 72 euros al año–. Las compañías informan que cada año la subida es automática y transparente en función del IPC promedio entre septiembre de 2023 y octubre de 2024. Estos aumentos dependerán del paquete que el usuario tenga contratado.

En cuanto al precio de la vivienda, la subida continúa imparable, tras despegar otro 10,6% en el último trimestre, lo que supone el decimoquinto incremento consecutivo y el mayor que se ha producido desde antes de la pandemia, y seguirá al alza en 2025. Igualmente, el mercado del alquiler continúa mostrando una tendencia al alza, con previsión de que se prolongue el año próximo. Al menos las hipotecas pueden dar un respiro. El euríbor a 12 meses ha frenado en la recta final del año y cerró noviembre en el 2,506%, lo que supone el menor nivel desde septiembre de 2022.

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