El Papa: «¡Ningún pueblo aplastado por las deudas!»
El empeño del Papa Francisco en ejercer de voz de la conciencia de un mundo que está enfrascado en lo que él mismo ha catalogado como una «tercera guerra mundial» se visibiliza desde el minuto cero del comienzo del año. No en vano, el 1 de enero la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial por la Paz, una convocatoria que no está dirigida únicamente a los creyentes, sino que busca aprovechar el ambón eclesial para ejercer de caja de resonancia para la comunidad internacional.
«¡Qué inhumana es la guerra!», clamó el Obispo de Roma desde el ventanal del apartamento papal en los palacios apostólicos ante los miles de fieles que llenaron la Plaza de San Pedro en una fría y soleada mañana para participar en el rezo del ángelus. «¡Qué hermosa es la paz, que alegra la vida de los pueblos!», expuso en un tono poético que se traduce en una petición de medidas concretas en el mensaje que escribió para esta jornada. Y es que, lejos de abanderar proclamas bucólicas contra la no violencia, Francisco propone una hoja de ruta eminentemente práctica para acabar con la injusticia en los cinco continentes. Entre otras medidas, plantea la creación de un fondo mundial conformado por parte del presupuesto que se destina en armamento para acabar con el hambre, así como exigir la eliminación de la pena de muerte.
Ayer, durante la oración mariana, se centró en una de estas demandas. «Animo a los dirigentes de los países de tradición cristiana a dar buen ejemplo anulando o reduciendo en la medida de lo posible las deudas de los países más pobres», verbalizó el Pontífice. Para argumentarlo, echó mano del Año Santo que inauguró el pasado 24 de diciembre. «Este año se caracteriza, a causa del Jubileo, por un tema particular: el de la condonación de las deudas», comentó Bergoglio, que explicitó que «el primero en perdonar las deudas es Dios, como siempre le pedimos rezando el padrenuestro». A partir de ahí, reivindicó que este gesto se traduzca también «en el plano social, para que ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo quede aplastado por las deudas».
Con estas reivindicaciones por delante, Francisco hizo un llamamiento para que «cesen los combates en todos los frentes y para que se luche decididamente por la paz y la reconciliación». «Pienso en la mártir Ucrania, en Gaza, en Israel, en Myanmar, en Kivu y en tantos pueblos en guerra», verbalizó. Es más, desveló que ayer mismo había visto en «A su imagen», el programa religioso de la RAI con imágenes sobre la destrucción provocada por los conflictos. «¡Hermanos y hermanas, la guerra destruye, siempre destruye! La guerra es siempre una derrota, siempre», remarcó.
Además, tuvo presente en la plaza de San Pedro a todas aquellas madres «cuyo corazón está lleno de dolor porque sus hijos han sido arrebatados por la violencia, por el orgullo, por el odio».
Francisco se dirigió a cada uno de los peregrinos presentes en la plaza vaticana para instarles a encontrar esa paz desde la contemplación del nacimiento de Jesús. «¿Trato de acoger en mi corazón este Adviento, su mensaje de bondad y de salvación? ¿Y cómo puedo corresponder a un don tan grande con un gesto gratuito de paz, de perdón, de reconciliación?», les preguntó.
Este tono reflexivo es el que utilizó también las celebraciones que presidió en apenas un margen de quince horas con las que la Iglesia transita de un año a otro. En la basílica de San Pedro, el Papa presidió en la tarde del 31 de diciembre las primeras vísperas de 2025, un acto solemne en el que se entonó un «Te Deum» de agradecimiento por la conclusión del año. A las diez de la mañana del 1 de enero, también en el templo que es epicentro del catolicismo, presidió la primera misa del año nuevo.
El Papa Francisco apeló a la fraternidad como base de esperanza del mundo ante el Año Nuevo, en la última misa del año celebrada este martes en la basílica de San Pedro del Vaticano. «Sí, la esperanza del mundo está en la fraternidad», dijo el Santo Padre en Nochevieja, lanzando una pregunta justo después: «¿La esperanza de una humanidad fraterna es sólo un eslogan retórico o tiene una base sólida sobre la que construir algo estable y duradero?». De la misma manera, clarificó que «la esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, no es un sistema económico, no es el progreso tecnológico».
Un alegato contra el aborto
En la misa de año nuevo, el Papa hizo un alegato para «cuidar de toda criatura nacida de mujer, en primer lugar custodiando el don precioso de la vida, como hace María». Esta defensa de Francisco frente al aborto en la fiesta de la Madre de Dios, no solo reivindicó «la vida en el seno materno», sino también «la de los niños, la de los que sufren, la vida de los pobres, la vida de los ancianos, de los que están solos, de los que mueren». Para Francisco, «todos estamos llamados a acoger esta invitación que brota del corazón materno de María: proteger la vida, cuidar la vida herida -tanta vida herida, tanta vida-, devolver la dignidad a la vida de todo nacido de mujer». Para Jorge Mario Bergoglio, es la base fundamental para construir una civilización de paz.
¿Viajará (por fin) a España?
¿Cuál es el principal reto del Papa Francisco para 2025?
Sin duda alguna, el Jubileo. La agenda pública del pontífice se multiplicará a lo largo de estos meses ante la llegada a Roma de cerca de 32 millones de peregrinos. Esto se traducirá en audiencias específicas a diferentes colectivos, sean periodistas, médicos, ancianos, niños… Especialmente multitudinarias se espera que sean las citas jubilares de los jóvenes y adolescentes. Y es que, entre los actos previstos para los «teenagers» católicos se encuentra la canonización de Carlo Acutis, el que ya es considerado como el primer santo de internet y el primer santo millennial. Fallecido con 15 años de una leucemia fulminante, el Papa le ha presentado como un referente a seguir para las nuevas generaciones de cristianos.
¿Su salud condicionará este programa?
Con 88 años, Francisco goza hoy por hoy de una frágil salud de hierro. Las dificultades en la movilidad no han resultado hasta ahora impedimento alguno para asumir sus responsabilidad. De hecho, durante los últimos meses, prescinde en más ocasiones de la silla de ruedas. Por otro lado, también es más dócil a las recomendaciones de su equipo médico. Por ejemplo, haber rezado el ángelus previo a Nochebuena desde el palacio apostólico le ha permitido afrontar sin incidencia alguna todas las celebraciones navideñas y jubilares de estos días.
¿Qué viajes tiene previsto este año?
Oficialmente no se ha comunicado ningún destino. Eso sí, desde el inicio del pontificado, Jorge Mario Bergoglio tiene previsto regresar a Argentina. Si antes de ser elegido Javier Milei como presidente se dio por hecho que sería inviable por sus diferencias en materia social, un viaje a Roma abrió la puerta a un posible viaje. Sin embargo, las medidas en materia educativa de Milei y la crítica abierta de Francisco hace que se desvanezca esa posibilidad. Hay quien baraja una posible escapada a la ciudad turca de Iznik, la antigua Nicea, donde tuvo lugar el primer Concilio Ecuménico de la Iglesia hace 1.700 años.
¿Aterrizar en España es una posibilidad real o tan solo un deseo?
El propio Francisco ha confirmado algo más que un deseo de acudir a las Canarias, sobre todo, teniendo en cuenta que la denuncia sobre la realidad de los migrantes es una constante en el Pontífice. Las invitaciones oficiales, tanto del Gobierno como de los obispos, están cursadas. En un principio se pensó que fuera una escala de unas horas dentro del viaje apostólico a Argentina. Sin embargo, no se descarta que se convierta en destino independiente. Hace unos días, el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, aseguró «lo tiene encima de la mesa» y no descarta que «cualquier día dé una sorpresa» y acuda a las islas para «llamar la atención» sobre la situación que se vive allí.