El bienestar emocional, un objetivo para el 54% de la población en este año que comienza
Según datos del Ministerio de Sanidad, el 6,7% de la población en España sufre trastornos de ansiedad, con una mayor prevalencia en mujeres (8,8%) frente a hombres (4,5%). Además, la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) señala que la prevalencia de los trastornos de ansiedad puede alcanzar hasta el 12,6% en la población general.
Cuidar del bienestar emocional es un objetivo para el 54% de la población en este nuevo año que comienza, según señala la encuesta «Propósitos 2025» realizada por PronoKal, marca especializada en el tratamiento del sobrepeso. Más del 50% de las personas reconoce que su entorno, entre los que se encuentran familiares y amigos, influye en sus decisiones, pero necesitan reforzarlas con la motivación suficiente y estrategias efectivas para superar barreras como el estrés y la falta de tiempo. Estos factores juntos forman la base para transformar los propósitos en logros.
Como señala Pilar Morales, responsable de coaching, «en el ámbito emocional, muchas personas lidian con cargas externas, además de con una gran autoexigencia, tanto en el ámbito personal, como laboral, lo que lleva a situaciones de estrés».
Precisamente, la encuesta revela que uno de los deseos más comunes es aprender a tratarse con mayor amabilidad y manejar mejor las emociones, lo que refuerza la importancia de sencillas técnicas para gestionar el estrés, como el mindfulness o el coaching. Estas necesidades son especialmente notorias entre las mujeres, quienes tienden a ser más críticas y autoexigentes consigo mismas.
¿Cuáles son los aspectos principales de nuestra salud que buscamos mejorar? La forma física como pilar principal, pero acompañada de una adecuada alimentación y sentirnos bien: aunque los encuestados muestran un interés destacado en recuperar o mejorar su condición física (73%), valorando especialmente sentirse activos, fuertes y llenos de energía en su día a día, el resto de los aspectos relacionados con la salud son prácticamente igual de relevantes, como llevar una alimentación más equilibrada (63%). Un poco por debajo (38%) está la opción de mejorar la calidad del sueño.
Esto demuestra que las personas reconocemos el equilibrio entre nutrición, vida activa y bienestar psico-emocional para conseguir alcanzar ese estilo de vida saludable que deseamos, según el estudio.
En el caso de los hábitos de consumo, la planificación y el seguimiento de una dieta equilibrada se ven obstaculizados principalmente por la falta de tiempo o energía. Para enfrentar esta barrera, tal y como recomienda Elvira Berengüí, responsable de nutrición de la marca, «herramientas como menús personalizados, planificación simplificada y consejos prácticos que se adapten a nuestras rutinas son fundamentales para integrar opciones saludables de manera realista».
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las personas al intentar adoptar hábitos saludables es la falta de tiempo y energía. Según la encuesta, el 52% de los participantes señala que las responsabilidades laborales, familiares y personales dificultan priorizar su bienestar. Este factor destaca la necesidad de soluciones que permitan integrar pequeños cambios en rutinas establecidas. La motivación y la energía también representa un gran desafío, especialmente en relación con el ejercicio físico. Solo un 20% de los encuestados declara no tener ningún tipo de problema en encontrar motivación para ejercitarse. Este dato subraya que las estrategias de promoción del ejercicio deberían centrarse en superar la barrera inicial y apostar por objetivos realistas y accesibles que refuercen el hábito.
Aunque las barreras son evidentes, la encuesta refleja una alentadora disposición al cambio ya que el 76% de los encuestados está dispuesto a incorporar ajustes en su rutina diaria para mejorar su calidad de vida. Para lograrlo y superar las barreras iniciales, el estudio señala que será fundamental que estas personas cuenten con herramientas prácticas que faciliten esos primeros pasos, como estrategias de gestión del tiempo, recursos para manejar el estrés y entornos de apoyo que impulsen decisiones saludables.