La paradoja del mentiroso aplicada a las previsiones de 2025
La paradoja del mentiroso, que se atribuye al filósofo griego Epiménides, plantea un enigma que ha desafiado a lógicos durante siglos. El pensador planteó que «todos los cretenses eran mentirosos». Epiménides era un habitante de Creta y, por tanto, también un mentiroso. Pero dicha afirmación era mentira, ya que Epiménides era cretense y, por ende, faltaba a la verdad. Entonces, si se sostiene que es falsa, es decir, no es cierto que los cretenses son mentirosos, la sentencia se vuelve verdadera porque lo que dice es cierto. Por tanto, parece que no hay una solución al problema. Si la declaración es verdadera, entonces es falsa, y si es falsa, entonces, es verdadera. Este rompecabezas tiene implicaciones más allá de la lógica y la filosofía, encontrando ecos profundos en campos como la economía, donde las previsiones de los expertos pueden pueden generar ciclos de autocumplimiento (cuando una predicción genera comportamientos o decisiones que conducen directamente a que la predicción se haga realidad) o autodestrucción (en los que un vaticinio altera el comportamiento de tal manera que evita su cumplimiento).
En economía, las expectativas juegan un papel crucial para influir en las percepciones y comportamientos de individuos y mercados. Un caso famoso de profecía autocumplida se dio durante la Gran Depresión de 1929, cuando los rumores de problemas en ciertos bancos condujeron a que los clientes, temiendo la insolvencia de sus bancos, retiraron sus ahorros, lo que causó la quiebra de las instituciones financieras. En este contexto, las expectativas se convirtieron en realidades tangibles que amplificaron las vulnerabilidades del sistema económico.
Sin embargo, también puede ocurrir el efecto opuesto: una previsión autoanulada. Si los expertos predicen una recesión económica y los gobiernos actúan rápidamente implementando políticas fiscales y monetarias para contrarrestar sus efectos, la predicción inicial puede no llegar a cumplirse. Este fenómeno genera un ciclo de retroalimentación compleja que recuerda la paradoja del mentiroso: la afirmación es falsa precisamente porque se tomó como verdadera.
Confianza, fundamental
De esta manera, la confianza es un pilar fundamental en la economía. Tanto los consumidores como los inversores fundamentan sus decisiones en la información disponible y en la credibilidad de quienes la emiten. Aquí es donde la paradoja del mentiroso adquiere una relevancia especial. Si un experto es conocido por hacer predicciones exageradas o inconsistentes, los agentes económicos pueden comenzar a desconfiar de sus declaraciones. En este caso, una predicción alarmante sobre una recesión inminente podría ser ignorada, dejando al sistema vulnerable ante riesgos reales que podrían haberse evitado si se hubieran tomado medidas preventivas. Además, las declaraciones económicas pueden ser manipuladas con fines políticos o comerciales. Por ejemplo, en los mercados bursátiles, algunos analistas pueden emitir opiniones optimistas para inflar artificialmente el precio de las acciones, solo para venderlas antes de que los precios caigan. Este comportamiento crea un ciclo de desinformación que mina la confianza y aumenta la volatilidad. Por tanto, los modelos económicos también están sujetos a esta paradoja. Y es que, al final, aunque se basan en datos históricos y supuestos racionales, la economía está influida por factores humanos impredecibles, como el miedo, la avaricia y las modas.
Esta paradoja también se puede aplicar a las previsiones económicas de 2025, que muestran un entorno de alta incertidumbre. Así, las declaraciones recientes de expertos sobre una posible recesión global han comenzado a influir en el comportamiento de los mercados financieros. Por ejemplo, informes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han señalado que las tensiones geopolíticas y el cambio climático podrían agravar las desigualdades económicas. Estas proyecciones, al difundirse, han llevado a los inversores a tomar posiciones defensivas, como la liquidación de activos de alto riesgo, contribuyendo a la volatilidad en los mercados bursátiles. Sin embargo, también puede ocurrir el efecto opuesto: una profecía autoanulada. Si las predicciones sobre un estancamiento económico global para 2025 motivan a los gobiernos a aumentar el gasto público en infraestructura verde y digitalización, estas políticas podrían generar un crecimiento inesperado en sectores clave, desmintiendo las previsiones iniciales y, entonces, atendiendo a la paradoja del mentiroso, la afirmación (recesión) sería falsa, precisamente, porque se tomó en serio.
La extrapolación de la paradoja del mentiroso a la economía resalta la complejidad de un sistema donde las expectativas y las declaraciones tienen un impacto real y tangible. Los expertos, atrapados entre la necesidad de informar y el riesgo de alterar las condiciones que analizan, enfrentan un desafío constante en la realización de sus previsiones.