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2024 se cierra con la inmigración irregular rozando el récord de 2018

España roza casi el récord de llegadas irregulares de migrantes registradas en un año, con 63.970 entradas, algo por debajo del máximo histórico de 2018, situado en 64.298, según el último balance publicado este jueves por el Ministerio del Interior. Respecto a 2023, las llegadas de forma irregular han crecido un 12,5 por ciento, al pasar de las 56.852 a las 63.970 a 31 de diciembre de este año, es decir, 7.118 más. Unos datos abrumadores que dan cuenta de la dramática situación que se vive y en medio de la tensión política por encontrar una solución –que no llega– para el reparto de migrantes.

Concretamente, por vía marítima, el total de inmigrantes llegados al país asciende a 61.323, lo que supone un 10,3 por ciento más que hace un año. El número de embarcaciones contabilizadas para las llegadas por mar ha disminuido un 0,5 por ciento. Es el medio más utilizado para el tránsito de inmigrantes a través de cayucos y pateras

Según el informe, es 2024 el año con más llegadas a Canarias de forma irregular por vía marítima. Un total de 46.843 inmigrantes arribaron en las costas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, hasta un 17,4% más, o lo que es lo mismo, 6.933 personas más que el año anterior. De esta manera, se superan los datos de 2006 cuando se produjo la conocida «crisis de los cayucos». Unos datos que ya se esperaban debido a la presión migratoria que sufre el archipiélago canario. Fueron 692 las embarcaciones que alcanzaron las islas después de superar la que es considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Este dato también ha subido respecto al año 2023 cuando se contabilizaron 610 embarcaciones. En los últimos días, la presión migratoria ha crecido sobre Canarias, a donde llegaron más de 1.200 migrantes. Precisamente, el pasado sábado fue interceptado uno con 200 personas que atracó en la isla de El Hierro y el lunes hicieron lo propio dos cayucos con 249 y 34 migrantes a Tenerife.

Por otro lado, se ha reducido ligeramente las llegadas por vía marítima a la península y a las Islas Baleares, (la ruta atlántica) que pasa de 15.435 en 2023 a las 14.431 actuales. La caída es del 6,5 por ciento y en 1.004 personas. A Ceuta y Melilla se han registrado menos entradas por la vía marítima que en 2023. En total, 49. Significativamente se ha reducido la llegada de migrantes a Melilla en un año, 185 menos, mientras que 39 personas menos contabilizadas en el caso de Ceuta. Sin embargo, los llegados saltando las vallas en ambas ciudades autónomas han crecido exponencialmente; hasta un 114,5 por ciento más en un solo año. En total, 2.647 inmigrantes llegaron por la vía terrestre, siendo Ceuta la opción preferida para la entrada. Hasta 2.531 personas llegaron a la ciudad, 1.463 más que en 2023. El número ha bajado en 50 inmigrantes respecto al año pasado.

Todos estos datos dan cuenta de la situación insostenible que sucede. Precisamente, el Centro de Investigaciones Sociológicas, ya advirtió de que era la inmigración la principal preocupación para los españoles a principios del último trimestre del año.

La pelea política migratoria lleva meses en el centro del debate y tiene pocos visos de solucionarse en el corto plazo. De hecho, a todas luces se atisba imposible un pacto entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. Es por eso que el primero ya ha llamado a la puerta de Junts, con quien acerca posturas para reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería a cambio de que el Gobierno delegue las competencias de inmigración.

Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez juega al despiste y en público asegura buscar la mano del PP. La estrategia, de fondo, pasa por desgastar a los populares dado que un acuerdo en materia migratoria tensionaría todavía más la relación entre Feijóo y Abascal. Como segundo afán, el Gobierno trabaja para romper el pacto de gobierno entre el PP y NC en Canarias, una empresa en la que ya se inició el PSOE isleño reclamando a Clavijo «expulsar» al PP del gobierno regional. Ayer mismo, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres aplicó esta técnica al mantener la presión sobre el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, al que acusó de «proteger al PP» después de que éste elevara sus críticas contra el Gobierno al censurarle por «no comprender al archipiélago». Clavijo respondió que también es «duro» contra el PP en migración, pero recordó que es Moncloa quien tiene las competencias.

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