El «número dos» de Ayuso se descarta en la filtración
Miguel Ángel Rodríguez explicó, durante su declaración ante el Tribunal Supremo (TS) como testigo de la filtración de los datos privados del novio de su jefa, Isabel Díaz Ayuso, que «difundió» únicamente un correo electrónico, que le envió el propio Alberto González Amador, tal y como trasladan fuentes jurídicas a LA RAZÓN.
El mensaje en cuestión es en el que el fiscal de delitos económicos Julián Salto le confirmaba a la defensa del empresario que no habría «obstáculo» a la posibilidad de llegar a un pacto de conformidad en el que este admitía la comisión de dos delitos fiscales para evitar una pena de prisión.
El jefe de gabinete de Ayuso aseguró ante el instructor que compartió a las 22:27 horas del 13 de marzo este mail en un chat con varias decenas de periodistas con el fin de «realizar aclaraciones» respecto a varias informaciones ya publicadas sobre las conversaciones entre el fiscal Salto y el abogado de González Amador.
Principalmente, la primera sobre los hechos, de «ElDiario.es», publicada un día antes, a las 06:01 horas, en la que se recogía que «La pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda». Y, la siguiente, de «El Mundo», publicada en torno a media hora antes de que Rodríguez enviase el correo en el grupo de prensa, y que trasladó el foco a que el planteamiento de un acuerdo de conformidad partió del Ministerio Fiscal («La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales»).
MAR –como se le conoce, por sus iniciales– admitió que «desconocía» que existía un correo «anterior» en el que el letrado de la pareja de la presidenta madrileña planteaba la conformidad aludiendo a que «ciertamente se han cometido delitos» y advirtió de que el fiscal Salto «tampoco cita» en el mensaje siguiente, con el que responde, –al que él accedió– de quién partió la iniciativa del acuerdo.
«Podría haber dicho ‘estamos en condiciones de llegar a un acuerdo, tal y como usted pidió el día 2 de febrero’», defendió el principal asesor de Ayuso, para después, seguidamente, poner en cuestión con una pregunta retórica que «si el fiscal Salto no consideró importante citar ese mail el día 12 de marzo, ¿por qué ahora es tan importante?».
[[QUOTE:PULL|||«Desconocía» el mail inicial en el que González Amador le plantea a la Fiscalía la conformidad]]
La defensa del fiscal general del Estado y de la fiscal jefe provincial de Madrid, María Pilar Rodríguez Fernández, los dos imputados por revelación de secretos en esta causa, que ejerce la Abogacía del Estado, instó al magistrado Ángel Hurtado a que ordenase el volcado del móvil de MAR para comprobar que el mensaje en el que envió el contenido del referido correo es o no posterior a la noticia publicada por «El Mundo».
Una de las acusaciones populares, Manos Limpias, a la que representa el letrado Víctor Soriano, se opuso y el instructor planteó la posibilidad de que MAR aportase voluntariamente el mensaje, como ya hizo, ante la letrada de la Administración de Justicia del TS, para que se coteje la hora a la que lo envió a los medios.
Hay que recordar que la Abogacía fue la que reclamó a la Sala de lo Penal que acudiese a testificar Rodríguez como el origen de la «primera revelación» y vinculándolo a la publicación del «bulo» en «El Mundo», de que el planteamiento del acuerdo surgió del fiscal Salto, sobre lo que el asesor negó ser la fuente de origen.
Sea como fuere, para el principal asesor de Ayuso lo importante en esta causa en que se investiga al fiscal general del Estado y a la fiscal jefe provincial de Madrid, María Pilar Rodríguez Fernández, por la revelación de secretos de la pareja de la presidenta madrileña, es que Álvaro García Ortiz «sea juzgado» y «condenado de manera ejemplar» por la difusión de los correos «para que a nadie más se le ocurra dar difusión de un expediente secreto de un español». «Va a ir pa’ alante», dijo.
Hay que tener en cuenta que, horas después de la publicación de «El Mundo», justo antes de la medianoche, la Ser lo desmintió con un artículo en que se daba cuenta de que -así rezó el titular– «el novio de Ayuso ofreció a la Fiscalía llegar a un pacto declarándose culpable de dos delitos para evitar el juicio» con textuales del correo electrónico que abrió las conversaciones.
Esa noticia se publica menos de dos horas después de que el fiscal general reclamase casi a las 21:00 horas de ese13 de marzo a la fiscal jefe provincial de Madrid que le enviase a su mail personal los correos entre la defensa del empresario y el fiscal Salto, que finalmente García Ortiz recibió de este último antes de las 22:00 horas. Es por ello que la Unidad Central Operativa (UCO) apuntó a que el fiscal general tuvo un «papel preeminente» en los hechos «que derivaron en la filtración investigada».