Los "ultras" contestan a Justicia ante la eliminación de las ofensas religiosas: "Es una reforma constitucional encubierta"

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha estrenado el año insistiendo en que este 2025 será en el que que impulse la reforma del delito de ofensas religiosas.

Y en la misma mañana de este viernes ha llegado la confirmación. Aprovechando la última polémica, el PSOE ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición de ley de lo que puede acabar siendo la "Ley Orgánica de Garantía y Protección de los Derechos Fundamentals frente al Acoso Derivado de Acciones Judiciales Abusivas".

Cuando se lee el texto llega la sorpresa que, sin embargo, era más que esperada por muchos. El Gobierno quiere suprimir directamente el delito de ofensas contra los sentimientos religiosos que aún recoge el artículo 525 del Código Penal.

El ministro Bolaños justificó esta semana en una entrevista en TVE los cambios, que ahora se ha conocido que será una eliminación directa de este ilícito penal, con que "no puede haber delito en hacer humor" y recordó que no es una iniciativa nueva, sino que venía recogida en el Plan de acción por la democracia que presentó el Ejecutivo de Pedro Sánchez el pasado septiembre.

Había negado, además, que en el ministerio que dirige fuese ahora una "prioridad" esta medida, cuando ha tardado menos de una semana en dar pasos formales para su ejecución, y lo desvió a que se trata de "garantizar la libertad de expresión y creación".

Veladamente, ha considerado a entidades como Hazte Oír o Abogados Cristianos colectivos "ultras" y les ha acusado de "intentar amedrentar a personas que no piensan como ellos" y a las que, llegó a asegurar, "acosan, intimidan e intentan que se autocensuren cuando expresen sus opiniones libremente".

Bolaños entiende que en una democracia "con respeto profundo" a la libertad religiosas "no puede haber un delito en hacer humor, en hacer alguna expresión de creación de creatividad de personas que están haciendo su trabajo".

El titular del departamento ministerial que gestiona parte de la Justicia vinculó a las citadas organizaciones con "campañas" en las que ve detrás un intento de "inculcar odio en las sociedades, de intentar dividir, de intentar divorciar la realidad de lo que es el pensamiento y la opinión pública".

Abogados Cristianos advierte en conversación con LA RAZÓN que lo que se pretende desde el Ejecutivo no es una modificación de la norma, sino una "eliminación" del delito que castiga las ofensas religiosas por dos razones.

La primera, expone su portavoz, Polonia Castellanos, a este diario, es "el odio y la inquina que tienen a todo lo cristiano y católico" y la otra, apunta, es que se trata de un "intento de desviar la atención de los escándalos de corrupción que les cercenan".

Más allá del trasfondo, desde la fundación de letrados cristianos recuerdan que el delito que pena las ofensas contra los sentimientos religiosos existe en la legislación de "prácticamente todos los países del mundo" y en la Unión Europea, en 22 de los 27 Estados miembros. Además de que la tipificación que existe en nuestro cuerpo normativo es "de las laxas" y ponen como ejemplo Alemania, donde lleva aparejada una pena "tres veces más severa".

En Abogados Cristianos leen lo que Bolaños llama "reforma" como una reforma sí, "pero de la Constitución" dado que, con esta desaparición del delito de ofensas religiosas, se deja de proteger y "queda sin sentido" el derecho fundamental a la libertad religiosa.

Ofrece Castellanos otra explicación: "existe el derecho a la propiedad, pero si tu dejas de castigar el hurto y el robo, ¿qué sentido tiene que exista el derecho? A partir de ahora pueden quitarte un bien y no pasa nada".

Es por ello que tiene claro que "más allá del cambio que se haga dentro del Código Penal", el asunto va más allá y constituye "una reforma constitucional encubierta" a través de este "subterfugio", como defienden que acostumbra a hacer el Gobierno para sacar adelante sus políticas.

Desde Hazte Oír (HO) lamentan que esa iniciativa legislativa del Gobierno tenga como único fin ofrecer "impunidad para todos aquellos que atacan la religiosidad" y, apuntan a LA RAZÓN, que, en vez de "favorecer la concordia, como no paran de decir", lo que realmente implica es que se "favorece y aplaude el odio a la mayoría de la población española", que vinculan al catolicismo, "por mucho que lo intenten negar".

La asociación tiene claro que la "desaparición" del delito de ofensas religiosas supondrá "una clara desprotección a los creyentes frente a ataques que atente contra su fe, sus símbolos y sus lugares sagrados".

Un primer paso para la "deshumanización" del colectivo creyente que -desde Hazte Oír- relacionan con el hecho histórico de que "todos los totalitarismos cosifican a quien considera su enemigo, permitiendo burlas o ataques a niveles mucho más agresivos".

Dejan claro a este diario que en ningún caso descartan tomar "las medidas legales necesarias" para "frenar" esta reforma en la que ven un "atentado" contra los derechos fundamentales.

Si bien HO considera que el Tribunal Constitucional al que teóricamente sería dónde tendrían que acudir "es un claro títere de Sánchez", es preciso tomar en esta instancia medidas para ejercer otras ulteriores, en las que sí ven esperanza, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. Ahí -afirma- "se han dictado sentencias que refuerzan la protección de la libertad religiosa frente a ataques y ofensas".