Un diputado nacional de Vox lamenta la quema de una bandera LGTBI en un instituto porque "ensucia la pared"

Un diputado nacional de Vox lamenta la quema de una bandera LGTBI en un instituto porque "ensucia la pared"

El diputado nacional de Vox Jorge Campos, lejos de condenar la quema de una bandera LGTBI en un instituto de Muro (Mallorca), ha decidido criticar el acto porque “ensucia la pared” y “podrían haberse ocasionado daños materiales o personales”. “¿Qué pinta esa tela multicolor, que representa una ideología discriminatoria, en la pared de un instituto? Los centros educativos no deben ser murales donde se cuelguen pancartas, banderas o símbolos con carga ideológica o política, como esa bandera multicolor. Únicamente deben contar con las banderas oficiales”, ha dicho en X (antiguo Twitter).

Radicalmente opuesta ha sido la reacción del Govern balear del PP, al que Vox da apoyo parlamentario, el cual, a través de la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales, reiteró este jueves su compromiso con la lucha contra la LGTBI-fobia y contra “cualquier acción que atente contra los derechos del colectivo de personas LGTBI”.

“Una sociedad que se llama tolerante e integradora no puede permitir ninguna acción de odio, discriminación o estigma hacia ninguna otra persona, sea cual sea su orientación sexual”, manifestó la directora general de Infancia, Juventud, Familias, Igualdad y Diversidad, Farners Saneiro. Asimismo, ha defendido que el Govern cree “firmemente” en la “igualdad desde todos los puntos de vista posibles” y ha insistido en que el Ejecutivo “trabajará para que estas acciones no se repitan”.

El Govern balear ha recordado que este 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la LGTBI-fobia, como conmemoración de la fecha en la que la Organización Mundial de la Salud despatologizó la homosexualidad en 1990. También se han manifestado en contra de la quema de la bandera el grupo Més per Mallorca, que además ha pedido al Consell de Mallorca que el emblema arcoiris ondee en el la sede insular por el Día contra la LGTBIfobia.

La consellera ecosoberanista, Rosa Cursach, ha defendido que el presidente, Llorenç Galmés (PP), no puede continuar “siendo un altavoz de los postulados de sus socios de extrema derecha amplificando el mensaje del odio y la intolerancia”. Cursach ha criticado que el PP se ponga de perfil en políticas de igualdad y diversidad y “se abra al mensaje negacionista”, al tiempo que ha recordado que todavía algunos países la homosexualidad sigue estando penada con prisión, e incluso con la muerte. Así, la ecosoberanista ha expresado su confianza en que el PP atienda esta petición y tenga un gesto “que va más allá de los símbolos”.

Contra las personas trans

A pesar de la oposición del Govern a la quema de la bandera, lo cierto es que el PP gobierna en las Islas gracias a un acuerdo programático con Vox que incluye, entre otras medidas, ataques al colectivo trans. Uno de los objetivos de PP y Vox es la derogación de la Ley 4/2023, conocida como Ley Trans, y modificar la ley autonómica “para garantizar que las mujeres estén y se sientan protegidas en espacios de intimidad, como vestuarios o baños, así como en el ámbito del deporte”. Y añaden: “En el acceso a la función pública, con especial atención a los puestos donde se priman las condiciones físicas, así como en los deportes, se vigilará que ninguna mujer sufra discriminación alguna. El Gobierno se personará en las causas judiciales en defensa de las federaciones deportivas y las mujeres frente a los perjuicios causados por la conocida como ley trans”.

Además, ambos partidos vetaron la bandera LGTBI en el Parlament balear el año pasado por el Orgullo. En una votación llevada a cabo en la Mesa de la Cámara autonómica, los conservadores y la ultraderecha votaron en contra de esta medida, impulsada por el PSIB-PSOE, que pretende dar visibilidad a lesbianas, gays, personas trans y bisexuales. Desde el PP balear defendieron que en la pasada legislatura se aprobó que en la fachada del Parlament solo deben lucir los símbolos oficiales. También añadieron que se entiende que los posicionamientos del Parlament se deben acordar por unanimidad y, si no la hay, como en este caso, “se tiene que mantener la neutralidad en la fachada del edificio”. 

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