Maneras de vivir una previa de un derbi sevillano

Absolutamente todo lo vivido en los prolegómenos del derbi, o al menos desde mucho antes del pitido inicial, evidencian que para la apasionante cita de este domingo no sólo hay dos maneras de vivir el partido de los partidos en la capital de Andalucía. Hay tantas como aficionados sobresalgan en las dos nutridas parroquias del Betis y del Sevilla, que esta noche disputan la 33ª jornada del campeonato y cuyo juego centrará todo el interés del panorama nacional, puesto que el derbi se ha convertido desde hace mucho en un animador de masas y de ahí que sea siempre uno de los espectáculos deportivos más seguidos en la pantalla que se pueden contemplar desde el sur de Europa. No puede sorprender entonces que Pellegrini y los suyos llegaran este sábado al último de los entrenamientos previstos antes de la concentración, que comenzó anoche, y se toparan sin esperárselo con decenas y decenas de béticos que con bengalas, banderas y distintivos verdiblancos les hicieron saber a los futbolistas, uno a uno, que el que arranca a las 21.00 de este domingo noche en el estadio Benito Villamarín no es un encuentro más del almanaque liguero. Justo en el recinto donde se disputará el envite, y al no poder hacerlo el día D al ser declarado el encuentro de alto riesgo por parte de la Policía Nacional, los béticos allí presentes animaron a viva voz a sus futbolistas, que fueron en volandas a esa última preparación cuando uno a uno se encaminaron con sus coches a uno de los accesos laterales del estadio heliopolitano. Al finalizar, y en una estampa más que curiosa y difícil de ver en derbis anteriores, tanto el propio Pellegrini como el resto del grupo salieron a dar las gracias personalmente a la afición, que aprovechando la ocasión se dirigió y cantó a los pies de la plantilla bética, no sin olvidarse del eterno rival, al que le dedicó varios cánticos, algunos con insultos, desde una de las zonas elevadas que ofrece el Villamarín. Se dio además la circunstancia de que durante la práctica de los ejercicios en el feudo del derbi, sonó bien alto el himno del Betis cantado a capela por parte de sus seguidores, apostados en las calles, a la espera de que los suyos respondan en el verde. Ramos lidera la concentración sevillista Por su parte, el Sevilla ha llevado las últimas horas del derbi sevillano de forma mucho más discreta, al menos de puertas hacia fuera. Porque el vestuario que encabeza Quique Sánchez Flores decidió conjurarse para la gran cita que se disputará lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán en un almuerzo también un día antes del choque en el que se pretendía velar armas y en el que Sergio Ramos fue como capitán quien llevó la voz cantante dentro del grupo blanquirrojo, al que también quiso apoyar no sólo a 48 horas del duelo, sino durante toda la semana, el presidente sevillista, José María del Nido Carrasco, y también el director deportivo, Víctor Orta. La concentración a cada segundo será clave en el enfrentamiento y de ello quiere tomar ventaja un cuadro nervionense que se ejercitó por última vez en la mañana de este sábado en la ciudad deportiva sevillista con la relativa calma que es la antesala de un día como es el de hoy. Que no haya habido estampas más mediáticas en el cuadro sevillista no quiere decir ni mucho menos que los de Nervión no vengan sabiendo todo lo que supone encarar un derbi de estas características, de ahí que haya prevalecido durante toda la semana un clima de alto compromiso competitivo para ganarse un puesto en el once de Quique, aún por descubrir. Lo que sí se espera a lo largo de la tarde de este domingo es la recepción para la recogida de entradas en el Ramón Sánchez-Pizjuán de los más de 500 sevillistas que acudirán al Villamarín en representación de todo un Sevilla que quiere arruinarle el sueño europeo a los de la acera contraria en este choque cainita. Con lo cual Nervión se antoja como parada primera y necesaria para el camino de los blanquirrojos hasta al final de la avenida de la Palmera.

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