Fútbol, el refugio de los emigrantes españoles en Alemania

Entre los años sesenta y setenta, alrededor de medio millón de españoles , la gran mayoría de ellos sin una formación específica, emigraron a Alemania para trabajar en la industria y en las minas, la gran mayoría concentradas en la zona de Renania . Colonia, Düsseldorf, Wuppertal, Bottrop, Bochum, Essen, Kassel o Dortmund se llenaron de jóvenes españoles que acaban de superar la mayoría de edad y que buscaban un trabajo y una vida mejor que la que tenían en España. Uno de estos inmigrantes fue el gallego José Luis Ríos , que estuvo aquí en Dortmund 38 años , desde 1972 hasta 2010, primero trabajando en Continental y luego en la fábrica de Opel. Profesión de la que se olvidaba los fines para ponerse las botas y la camiseta del 'Centro Español de Dortmund' , el primer equipo de emigrantes españoles que jugó federado en Alemania. «Empezamos a jugar partidos amistosos contra equipos de Dortmund y de otras ciudades cercanas. Eran equipos que estaban formados por italianos, alemanes, griegos o portugueses. Y un año o dos después, ya nos federamos y estuvimos quince años compitiendo a nivel profesional y hasta algún ascenso conseguimo s», explica a ABC. José Luis viajó a Alemania con un contrato ya firmado con la empresa Continental y unas condiciones bastante buenas que jamás hubiera encontrado en esa España franquista de la época. Aquí conoció a su mujer, malagueña, y tuvieron dos hijos. Uno de ellos, Daniel (44 años), es ahora el entrenador sub-19 del Borussia Dortmund, donde antes había jugado en la cantera y había llegado a ganar tres títulos de Bundesliga en categoría juvenil. Finalmente, no llegó a ser profesional, pero continuó jugando al fútbol en los equipos de emigrantes españoles : «Significaba un sentimiento de unión con nuestro país. Aquí en Dortmund había una comunidad religiosa y un centro español para que los miles de compatriotas que vinimos a Alemania pasáramos un rato juntos, tomáramos una cerveza, jugábamos a las cartas, pudiéramos contarnos nuestros problemas, ayudarnos y sentirnos arropados entre nosotros», detalla José Luis. «Era un refugio para los españoles . Yo nací aquí en Dortmund, pero mis padres son españoles y toda la gente con la que conviví en mi infancia era española. Y el fútbol en aquel tiempo fue fundamental para nuestra vida», recuerda Daniel, que se casó con una mujer alemana y tiene un niño y una niña, todos ellos de Dortmund. El 'Centro Español de Dortmund' fue la semilla. Después nacieron muchos más equipos por toda esta zona de la cuenca minera del Ruhr. El 'Círculo de Dortmund', los 'Gallegos de Bochum', el 'Fútbol Club Extremeño', los 'Gallegos de Rias Baixas'… En total, casi una veintena de equipos formados por emigrantes españoles . Otro de ellos fue Manuel Alonso, orensano que emigró a Alemania en 1972 , tras el fallecimiento de su padre: «Me vine con mi madre y con un tío y llegué a jugar en los juveniles del Hombruch, que en aquella época era un equipo tan importante como el Borussia aquí en Dortmund. Era bastante bueno y el Borussia me quiso fichar, pero llegó un momento en el que tenía que decidir. Mi madre trabajaba en un hotel y no ganaba mucho dinero y a mí en el fútbol me daban 1.000 marcos , que era dinero, sí... Pero quizás no el suficiente para pensar que se podía vivir toda la vida de ello. El fútbol de los setenta y ochenta no es como ahora . Así que estudié Ciencias Sociales en la Universidad de Bochum y empecé a trabajar para uno de los judíos más ricos del mundo, que tenía un montón de bancos de préstamo. Y por ahí dediqué mi vida». Manuel Alonso (64 años), tiene una de las casas de empeños y subastas más potentes de esta zona de Alemania , además de ser un gran coleccionista de arte, y se puede colgar la medalla de haber sido el ideador del torneo de verano de equipos de emigrantes españoles: «Y también entrenaba a alguno de ellos. Llegamos a ser tantos equipos, que todos los veranos nos juntábamos en una misma ciudad de esta zona de Alemania y hasta allí iban los equipos con sus familias y pasábamos unos días espectaculares. Aquello lo financiaba organizando dos o tres fiestas al año, en las que traía una buena orquesta y hacía una tómbola con regalos muy interesantes. Así conseguía el dinero para que todos los equipos y sus familias tuvieran su transporte, su equipación, su comida y su alojamiento. Era un ambiente muy familiar entre españoles », explica. « El fútbol socializa mucho . No tienes que tener dinero. Solo unas zapatillas, aunque sean malas. Era una oportunidad para pasar un buen rato y para que los españoles nos uniéramos. Por eso me impliqué tanto en ello. Esos torneos de fútbol entre emigrantes nos hacían sentirnos durante un rato que estábamos en España», sentencia.

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