Khelif avanza hacia el oro

Imane Khelif sigue adelante en el torneo olímpico. Mientras el COI y la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) se tiran los trastos a la cabeza, Khelif continúa mostrándose intratable encima del cuadrilátero y recibe el ruidoso cariño de los argelinos, que llenan el recinto cada vez que su compatriota combate. En la noche de este martes, en Roland Garros, la tailandesa Suwannapheng no ha sido rival para la púgil argelina , que ha ganado los tres asaltos por unanimidad de los jueces. No hubo golpes definitivos, pero sí una superioridad palmaria. La combativa húngara Hamori, su anterior rival, le presentó más problemas que Suwannapheng. Khelif luchará por el oro olímpico el próximo viernes. La tensión en torno a ella y a la taiwanesa Lin Yu-ting , que este miércoles se enfrenta a su duelo de semifinales, está lejos de amainar. El presidente del COI, Thomas Bach, quiso resultar expeditivo en su declaración pública sobre un asunto tan espinoso: «Estamos hablando de dos boxeadoras que nacieron mujeres, que crecieron como mujeres, que tienen pasaporte de mujeres y que han competido muchos años como mujeres». En efecto, ambas participaron sin ningún escándalo en los Juegos Olímpicos de Tokio y obtuvieron resultados discretos: la taiwanesa cayó en primera ronda y Khelif perdió en cuartos. Pero la Asociación Internacional de Boxeo no quiso dejar esa pelota botando y convocó una extraña y caótica rueda de prensa el pasado lunes en París, con la intervención de su máximo responsable, Umar Kremlev, por videoconferencia. El presidente del comité médico de la IBA, Ioannis Filipatos, obstetra, fue tan contundente como Bach, pero en sentido contrario: « El resultado médico, el resultado de la sangre dice el laboratorio que estos boxeadores son hombres . Tenemos dos exámenes de sangre con cariotipo de varón». Un cariotipo es el conjunto completo de cromosomas de una persona. Tanto a Khelif como a Lin se les hicieron dos análisis; uno resultó «no concluyente» y el otro arrojó, según la IBA, que ambas tenían el cromosoma XY. Para el COI, sin embargo, esas pruebas no eran fiables y no se respetó el procedimiento reglado. «Eran tan defectuosas que es imposible tomarlas en serio», despachó Mark Adams, portavoz del Comité. El asunto estalló en el Mundial de Nueva Delhi de 2023. A Lin le despojaron de la medalla de bronce y a Khelif le impidieron combatir en la final. La intervención de Kremlev, conocido oligarca cercano a Putin, embarulló aún más las cosas porque no solo se dedicó a defender los criterios de la IBA, sino que cargó contra la ceremonia inaugural de los Juegos por «destruir los valores tradicionales». Además, hizo un llamamiento a «todos los jueces y los fiscales» para «investigar la corrupción» del COI. Aunque el Comité Olímpico suele dejar en manos de las federaciones los criterios de admisión de atletas, en el caso del boxeo asume él mismo el torneo por las denuncias de opacidad y amiguismo contra la IBA . Sea como fuere, Khelif puede convertirse el próximo viernes en campeona olímpica. Y Argelia vibra con ella.

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