El Betis Baloncesto impone su talento en Melilla a golpe de triple (57-74)

En el partido inaugural de la Copa de España , el nuevo torneo copero que engloba a 40 equipos de Primera y Segunda FEB, no hubo discusión. Se lo llevó con autoridad el Real Betis Baloncesto , que gobernó el duelo de principio a fin, lo rompió en el tercer cuarto y bajó el pistón en el último, que perdió (22-20), cuando se vio ya claramente ganador. Aunque la competición oficial haya empezado, es imposible realizar por ahora muchas valoraciones. Los equipos se están afinando y éste, en concreto, era el primero partido que jugaba con público el de Gonzalo García . Todo está empezando y todos, en general, tienen mucho por mejorar. El Betis lució tremendo poderío en el lanzamiento exterior (15/30, 50%), pero flaqueó en el de dos (34%). Anotaron once de sus doce jugadores, acaparó el rebote (36 capturas), jugó en equipo (16 asistencias), se empleó en defensa (16 recuperaciones) y pudo cuidar mejor el balón (16 pérdidas). En general, con altos y bajos, los verdiblancos ya dejaron entrever algunos rasgos de su identidad e impusieron la diferencia de categoría que existe con el Melilla, de Segunda FEB. Como un tiro se desplegó de partida el Betis, enfibrado y con chicha, metiéndole tralla al partido y destapando todas sus cartas. Que no son pocas. Pensaba ganar a golpe de triple como hilo conductor , que dado el cualificado arsenal de sus perimetrales en este arte puede convertirse en su más distinguido rasgo de personalidad. Buena circulación, pases extra y ritmo en los ataques. De salida, le recetó al Melilla un 0-8, con triples de Renfroe y Benite , que ya mantuvo a los azulinos a remolque todo el tiempo. El primer quinteto inicial del nuevo Betis Baloncesto lo formaron, por cierto, Renfroe, Benite, Radoncic, Álex Suárez y Kasibabu . Rango de ACB y marchamo de titularísimo para el inicio liguero. No se guardaba nada el técnico verdiblanco, Gonzalo García, que rotó y rotó, probando diferentes configuraciones, formas de defender y atacar. Lo propio de pretemporada por más que el partido fuera de competición oficial. La Copa de España servirá de laboratorio . El Melilla, ante el temor de lo que se le podía venir encima, se endureció atrás, defendió más compacto y, tras un primer cuarto de dominio verdiblanco (11-17), redujo a tres la diferencia (18-21). Al Betis, si no enchufaba de tres, le costaba . Ninguno de sus pívots hacía daño bajo los aros aunque de su trabajo se aprovecharon los exteriores. Como Jelinek, que engarzó dos triples, se fue hasta las nueve puntos en un santiamén y abrió brecha (23-33). Al receso, el Betis Baloncesto tenía el partido donde quería. Muy controlado, con trece de ventaja (24-37), 20 rebotes, 10 asistencias, nueve recuperaciones y un serial magnífico en el triple (8/17) adornando su estadística. La diferencia de categoría y de profundidad de plantilla marcaban el duelo en el pabellón Javier Imbroda. El colchón acumulado no distrajo al equipo verdiblanco, que siguió erre que erre en el tercer parcial. Martilleando la canasta melillense. Hughes sacó las muñecas a pasear (27-44), qué calidad, en el tándem manijero con Cvetkovic mientras el multiusos Radoncic, jugando de tres, le daba un plus defensivo a su equipo. Hughes quebró el partido (27-47) a falta de más de quince minutos con el Betis viendo la canasta del tamaño de una rueda de tractor y logrando una máxima de 22 (27-49). Benite alcanzaba las dobles figuras (10 puntos) con otro triple (34-54) y se consolidaba la sensación de que si los visitantes no se relajaban y subían el nivel físico en defensa, las opciones de su rival eran mínimas. Restando un parcial, el choque estaba liquidado (35-54), salvo cataclism o . Un dato esclarecedor retrataba a esas alturas las virtudes y puntos a mejorar del Betis para lo que viene: sumaba más triples (11, 50%) que canastas de dos (7, 33%). Y así acabó también el partido (15/9). Lejos de apagar el motor y dejarse llevar, el Melilla aumentó de manera exponencial su actividad y uso de las manos justo cuando López de la Torre clavaba un triple que fue misil a tabla (38-57) , pero el parcial de 9-3 de salida no le gustó un pelo a Gonzalo García y detuvo el choque (44-57). Al Melilla, de repente, le entraba todo (47-57) y el Betis lo fallaba. Hasta canastas hechas, bajo el aro. La desconexión verdiblanca era un hecho, pero nada alteró el devenir del encuentro. Fue enchufarse de nuevo y ahuyentar a su rival (47-65) con dos triples seguidos, de Jelinek y Hughes (16 puntos), quien ejerció de elemento desatascador. Anotó y asistió en un momento clave para dejar bien atada la victoria del Betis Baloncesto, el primer equipo en ganar un partido en la recién inaugurada Copa de España.

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