Correa, el especialista del gol desde el banquillo
El derbi entre Atlético de Madrid y Real Madrid del pasado domingo quedará en el recuerdo porque en él se sobrepasaron unos límites que parecían inalcanzables en el fútbol español. De hecho, poco se puede rescatar en el plano deportivo, lentos y poco creativos ambos conjuntos, más si cabe después del lanzamiento de objetos que congeló la batalla durante casi media hora. Toneladas de polémica que, por otra parte, no deben invisibilizar al que hubiese sido el gran protagonista de la noche, el argentino Ángel Correa. Silencioso pero con un instinto asesino sin parangón, el atacante, que había saltado al terreno de juego en el minuto 70, fue héroe en el 95 tras un gran desmarque en profundidad. Dejó en el suelo a Courtois y agujereó la red a trompicones, con una definición fea pero cargada de simbolismo, muy representativa del fútbol canchero que tanto reivindica cada vez que salta al césped del Metropolitano. El colegiado Busquets Ferrer amenazó con destruir su obra pero el VAR confirmó el 1-1 y la realidad de Correa. Es el gran especialista del gol desde el banquillo. «El otro día tuve una pequeña charla con Simeone , donde le explicaba que, a veces, se me hace difícil estar fuerte de cabeza, porque uno lleva mucho tiempo y siempre quiere jugar, quiere estar y siempre parece como que cuesta un poco más. Pero soy consciente del lugar en el que estoy, que nadie me regaló nada y por eso no bajo los brazos, también gracias al apoyo de mis compañeros, que creen en mí», se confesó Correa a los micrófonos de Dazn tras el derbi. Pasan los años, cambia el Atlético en forma y de protagonistas, pero el ratón del área no caduca. De hecho, son ya 21 tantos en Liga los que ha firmado siendo suplente desde que llegó en 2015, fichado del San Lorenzo de su país natal. La cifra cobra mucho más valor si uno se adentra en la hemeroteca, pues solo hay cuatro jugadores en la historia de la competición que hayan marcado más en estas circunstancias: Cristhian Stuani (28), Julio Salinas (28), Leo Messi (27) y Álvaro Morata (21). Nombres de categoría y con los que ya se codea Correa, un chico tímido, que se impuso a una operación a corazón abierto antes de recalar en España, y que rara vez levanta la voz pese a que su papel en el Atlético es inferior al que demandan sus prestaciones, como él mismo argumenta. De hecho, en sus últimos 150 duelos, fue reserva en 91, un 60% nada menos. Pero ello no le ha impedido acabar todos los años como uno de los máximos goleadores del grupo (su mejor racha fue en la 2021-22, donde alcanzó los 13) ni convertirse en el segundo extranjero con más partidos de rojiblanco (430), solo superado por Oblak (454). Un claro ejemplo de esta realidad es esta campaña 2024-25, en la que solo ha sido titular en un encuentro de los ocho disputados hasta la fecha, nueve si se cuenta la primera jornada de la Champions League . Fue ante el Rayo en la sexta fecha del calendario y Simeone le cambió al descanso. Unos escasos 250 minutos totales en los que Correa ha podido demostrar su determinación, pues sin los dos goles que ha anotado, el Atlético tendría cuatro puntos menos en Liga. En el cuarto enfrentamiento enmudeció a San Mamés en tiempo récord, ya que saltó al campo cuando solo faltaban 120 segundos para el pitido final y aún así consiguió el tanto de la victoria rojiblanca (0-1). Épica reincidente el domingo, con una acción que ha hecho posible que el fútbol tenga algo de protagonismo en una de esas semanas complicadas . Demanda más presencia Correa , porque en el deporte rey ser suplente duele más que en otras disciplinas, aquí no existe una figura tan respetada como la del sexto hombre como en el baloncesto, pero lo cierto es que el internacional argentino es más efectivo cuando se ha tenido que despojar del chándal. En su carrera, cuando es titular manda el balón a la red cada 287 minutos, pero cuando ha sido sustituto, su ratio ha disminuido hasta los 208.