El libro del amor, cantaba Stephin Merrit, es largo y aburrido, pero Chris Isaak sabe exactamente qué páginas marcar, qué pasaje subrayar, para sacarle el máximo partido. ¿Corazones en llamas? ¿Rupturas épicas? ¿Soledades miserables? Ahí está el californiano, corazón indomable y profeta retro con traje como recién salido del ropero del Caesars Palace, invocando a los ancestros del rock and roll y amasando la materia prima del desengaño. «Si os gustan las canciones tristes, habéis venido al sitio adecuado»... Читать дальше...