Tras un año de pataleos infantiloides y desnortados por parte de una oposición que ha preferido hurgarse el ombligo antes que mirar a la cara a Sevilla y que ha optado por tener a la ciudad encallada en narcisismos partidistas y en directrices madrileñas, ayer se aprobaron, vía cuestión de confianza, las primeras cuentas de la Administración Sanz. Un hito que no solo debe de marcar el inicio de la conversión de las palabras a los hechos, sino que también tiene que poner fin y darle sepultura a esa... Читать дальше...