El laberinto de Creta
En mi vida hay dos lugares que, desde la infancia, no han dejado de suscitar en mí una secreta fascinación: la sala del cinematógrafo y el recinto diverso del Museo. Me adentro en ambos con la misma avidez de quien espera hallar en ellos un surtidor de maravillas. Aunque, si trato de hurgar en mi memoria cuál de los dos fue primero, me encuentro siempre ante un dilema. Alguna vez, a pregunta expresa, contesté que la primera película que vi fue Las siete caras del Doctor Lao, dirigida por George Pal... Читать дальше...