Resignificar el «Valle de los Caídos» de Pamplona
A finales de noviembre, una manifestación de EH Bildu en Bilbao celebraba el anuncio de la permuta del «Monumento a los Caídos» de Pamplona por un centro que llevará el nombre de Maravillas Lamberto, víctima de la represión de los sublevados en 1936. Un paso visto como un triunfo para los abertzales después de la moción de censura contra UPN que dio la alcaldía a Joseba Asirón gracias al apoyo del PSOE navarro.
Es el penúltimo capítulo que atañe a un edificio que el Departamento de Cultura, Deporte y Turismo del Gobierno de Navarra se negó en abril a declarar Bien de Interés Cultural (BIC). Levantado en 1942 en recuerdo de los cerca de 4.500 navarros del bando «nacional» que murieron en la Guerra Civil –con diseño de José Yárnoz y Víctor Eusa–, la Asociación para la Reconciliación y la Verdad Histórica reclamaba así una protección que ha conseguido para la Pirámide de los Italianos en Burgos tras haber pleiteado a favor de la restauración del Arco de Moncloa en Madrid, en vías de mejora por parte del Ayuntamiento de la capital.
El debate sobre el espacio que domina el horizonte plamplonica y donde estuvieron enterrados los generales Mola y Sanjurjo hasta 2016 incluyó propuestas para su derribo. En el mismo mes de abril, Asirón apostó por recuperar el concurso internacional de ideas que lanzó en su primera legislatura. Seis de los proyectos (Pausoz pauso, Árbol de la memoria, La casa de todos, Civitas, La puerta del sur y Wu) apostaban por mantener el edificio resimbolizándolo y destinándolo a usos sociales y culturales. El último (Metamorfosis) proponía la demolición y el mantenimiento de un pequeño espacio para la memoria, en línea con un proyecto que Izquierda Confederal (Adelante Andalucía, Mès per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai y Catalunya En Comú Podem) llevó al Senado en 2020 y que iba más allá de la petición que hizo Podemos en 2018 para derruir la Cruz del Valle de los Caídos: la demolición de todo el complejo de Cuelgamuros.
En el caso de Pamplona, y tras el acuerdo alcanzado en el consistorio por EH Bildu, el PSN y Geroa Bai para su resignificación, el siguiente paso será el cambio de nivel de protección para poder intervenir en el edificio, vacío tras haber sido usado como sala de exposiciones (como refleja un cartel que puede verse en la fachada).
Pero la Asociación para la Reconciliación y la Verdad Histórica insiste en reclamar la salvaguarda del espacio. Justifica la petición en «el innegable valor artístico y cultural» del conjunto, que sitúa en el ámbito de la protección histórico-artístico y cultural de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español y de la Ley del Patrimonio Cultural de Navarra. En esta línea, hoy apoyará al grupo de ciudadanos navarros que ha anunciado su intención de presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en defensa del monumento en una rueda de prensa en Pamplona. Una acción que forma parte de un conjunto de iniciativas legales, legislativas y sociales.
Según el grupo promotor, esta iniciativa surge de su preocupación por lo que califican como «la imposición desde el poder de una sesgada y falsa visión de nuestra historia». Además de dar a conocer el contenido de la ILP, en el acto se expondrán las acciones legales emprendidas hasta ahora, fundamentadas en un informe pericial, obra del arquitecto Ismael de la Barba, que avala el valor patrimonial del Monumento a los Caídos. Estará presente Telmo Aldaz Quadra-Salcedo, abogado, marino y aventurero, como se describe a sí mismo. Con el apoyo del sobrino del célebre Miguel de la Quadra-Salcedo se ha querido dar un «enfoque navarrista» frente a la «colonización de Bildu y el PNV», apuntan fuentes de la Asociación para la Reconciliación.
Según el documento del experto, «no hay una justificación objetiva de falta de valores arquitectónicos, urbanísticos, edificatorios y artísticos –tanto por los autores, todos miembros de la Academia de las Bellas Artes, como por el resultado; por la calidad de las fábricas y de los trabajos, no solo en urbanismo y arquitectura sino en la pintura y la escultura–; etnológicos e incluso técnicos, porque es imposible su negación de forma objetiva y desapasionada».
La intención del informe pericial de 160 páginas es que la Justicia revierta la decisión de no incoar el BIC, porque «analizar con parámetros objetivos el valor artístico de una obra es muy complejo», ya que «hay siempre un concepto subjetivo inherente e íntimamente ligado al momento en que se produce esta crítica». «Si este debate no se desapasiona y no se objetiviza, podemos justificar actuaciones tales como la eliminación de las pirámides mayas o aztecas al ser lugares de sacrificio humano, o la desaparición de la Bauhaus durante el régimen nacionalsocialista en Alemania, o la demolición del Partenón durante una fiesta pagana. O el mismo Escorial que fue erigido con la plata de América, e incluso las pirámides de Egipto. Y más recientemente la voladura de los Budas de Bamiyán por las fuerzas talibanes», advierte el texto.
Por contra, el proyecto de resignificación contempla tapar por completo la cúpula, eliminar las consignas y dibujos alusivos a los requetés que hay en el interior, la demolición de las criptas en las que estuvieron enterrados Mola y Sanjurjo y las arquerías exteriores. Una suerte de banco de pruebas en el segundo monumento franquista más importante de España con la mirada al que se pretende nuevo Cuelgamuros en la madrileña sierra de Guadarrama.