La publicidad navideña dominante propone escenas familiares ideales de vuelta a casa por Navidad. Sucede por el contrario, que algunas familias no se identifican con esas escenas, por llevar en el corazón mucho dolor: por el ser querido recién fallecido, por haber perdido la casa en la riada, por el diagnóstico de cáncer de la semana pasada, por la incertidumbre que acarrea estar en paro, por la pérdida de ese embarazo tan deseado… que lleva a plantearse: ¿feliz Navidad? Incluso llegar a creer que celebrarla es un acto de cinismo. Читать дальше...