Se va el veinticuatro y llega el «veinticinqui», neologismo obligado en nuestra tierra si uno no quiere recibir un premio con categoría de Gordo de Navidad. Lo hace en verdiblanco con muchos frentes abiertos, ninguno para tirarse de cabeza a la trinchera ni ponerse las máscaras de gas, pero necesitados de mucha atención. De lo que en despachos y en el césped se resuelva en enero dependerá que mayo sea florido y no otoñal. No todo se reducirá a un mercado de invierno que, a diferencia de la pasada temporada... Читать дальше...