Entre pijos y okupas
Resulta que el Gobierno echa al aire alegre el confeti de una empresa pública de vivienda, pero entretanto la verdad de las verdades es que el panorama ofrece, al respecto, una manta de okupas, por una punta, y por la otra punta un frenesí de pijos, que se hospedan en coquetos apartamentos con ventanal y chimenea y todo. La vivienda es un problema ya primerísimo, porque un techo es un derecho, pero en España más bien es un delito, o un capricho, según el inquilinato. Cada vez que se asoma un remedio... Читать дальше...