La temporada de fútbol transcurre como un viaje en AVE, llena de parones por necesidades técnicas (el negocio de las selecciones, que a ningún aficionado importan) en mitad del campo, y contentos con llegar. Vuelve, pues, la competición de clubes, ahora con la espada de Damocles (imagen muy del gusto del periodismo deportivo) que es la tercera guerra mundial al fondo. Al ser mundial, algo tendrá que ver Infantino. Y al 'jugarse' en terreno europeo, algo tendrá que ver Ceferino. Con la competición de clubes... Читать дальше...