En unos versos inmarcesibles de José Luís Rodríguez Ojeda, que el autor titula 'Proceso', encontramos una definición del tiempo que no es menos preclara que aquella que nos brindó el jerezano, fino como el oro líquido de sus bodegas, Caballero Bonald. La recordarán: somos el tiempo que nos queda. Rodríguez Ojeda, con ese perfume machadiano que engloria su poesía, sostiene que el tiempo es la pregunta ¿queda mucho? Ya pueden afinar las guitarras jondas de la filosofía y templar las voces roncas de las tabernas del conocimiento. Читать дальше...